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El proyectil no tenía destino fijo. Atravesó la ventana del lado del copiloto del taxi de Antonio José Gil Castellanos, de 50 años, y le partió el cráneo. Ingresó con exposición de masa encefálica al hospital, en Trujillo, y los médicos certificaron ayer, a las 11.00 de la mañana, su deceso.
Un comerciante denunció que lo extorsionaban. Quedó en entregar el dinero a los delincuentes al mediodía. Antes de acudir a la cita visitó la Policía municipal, describió a los sospechosos y los oficiales se acercaron a la Plaza Bolívar de Sabana de Mendoza en su búsqueda. Gil estacionó su Blazer verde en la misma calle para esperar que su compañero de trabajo saliera de una farmacia. Su estadía coincidió con la balacera entre extorsionadores y funcionarios y fue la única víctima, detalló un oficial a Diario Los Andes.
Los transeúntes actuaron rápido. Llamaron una ambulancia, lo llevaron hasta el Hospital Dr. Pedro Emilio Carrillo de Valera. Los médicos intentaron salvarlo, pero su agonía se extendió unos minutos y falleció.
La plomazón no detuvo con el deceso del taxista. Los motorizados condujeron unas cuadras y se enfrentaron hasta quedar sin balas. Espinoza, de 18 años, no vio escapatoria y se entregó a los policías. Su cómplice huyó. Al revisar al detenido encontraron en su bolso un revólver calibre 38 y una pistola de juguete. Este caso quedó a la orden de la Fiscalía de Flagrancia del Ministerio Público.