El expresidente filipino Rodrigo Duterte pasó su primera noche en La Haya bajo custodia de la Corte Penal Internacional (CPI), mientras su ex secretario ejecutivo Salvador Medialdea aseguró tener permiso para visitarlo este jueves 13 de marzo en calidad de abogado.
El avión que transportaba a Duterte desde Manila aterrizó en el Aeropuerto de Rotterdam-La Haya, Países Bajos, la tarde de este miércoles. Las autoridades filipinas se lo entregaron a los funcionarios de la CPI, pasando a estar bajo custodia de la Corte, que cuenta con un Centro de Detención a unos dos kilómetros de la sede del tribunal.
Dos horas después de la llegada de Duterte a Países Bajos, dos vehículos escoltados por la Policía entraron por la puerta principal del Centro de Detención, aclamados por un grupo de seguidores del expresidente filipino, que alzaban banderas y gritaban “Devolvedlo a casa” o “Te queremos, Papá Digong”, un apodo cariñoso de Duterte.
Preguntado en varias ocasiones por EFE sobre si el expresidente filipino estaba en esos vehículos y si se encuentra dentro de su celda en el Centro de Detención, un portavoz de la CPI declina confirmarlo. “Está bajo custodia de la CPI, pero por el momento no tengo más información que compartir”, volvió a señalar este jueves.
Por otro lado, en un comunicado en su página de Facebook, la Embajada de Filipinas en La Haya señaló que sus funcionarios “han solicitado a los representantes de la CPI y al Ministerio de Exteriores de Países Bajos que presten especial atención al estado médico y físico del expresidente” filipino.
Además, explicó que una enfermera de la CPI se reunió con una enfermera personal de Duterte para “conocer su estado de salud y necesidades médicas” y después “trasladó esta información” al médico del tribunal, quien “realizó un chequeo médico al expresidente a su llegada al Centro de Detención de la CPI”.
La Embajada también anunció que las autoridades neerlandesas concedieron al ex secretario ejecutivo Medialdea una visa de 15 días en calidad de abogado del expresidente, y la CPI “le ha autorizado a hacerle una visita” en algún momento este jueves.
La CPI todavía tiene que programar una audiencia de comparecencia inicial para confirmar la identidad del detenido, informarle de sus derechos y del crimen que se le imputa, y elegir el idioma en el que podrá seguir el proceso.
En un comunicado, el tribunal confirmó la noche de este miércoles que Duterte “fue entregado a la custodia de la Corte Penal Internacional”, después de ser arrestado por Manila “de conformidad con una orden de arresto” emitida el 7 de marzo por “cargos de asesinato como crimen de lesa humanidad” presuntamente cometido en Filipinas entre el 1 de noviembre de 2011 y el 16 de marzo de 2019.
“La Sala determinó que hubo un ataque dirigido contra una población civil en cumplimiento de una política organizacional mientras Duterte era el líder del Escuadrón de la Muerte de Davao (DDS), y en cumplimiento de una política estatal durante su mandato como presidente de Filipinas”, añadió.
Además, considera que “existen motivos razonables” para creer que “este ataque fue tanto generalizado como sistemático”, puesto que “se llevó a cabo durante varios años y resultó en miles de muertes”.
Los jueces creen que Duterte, “junto con otras personas y a través de ellas, acordó matar a individuos identificados como presuntos criminales o personas con tendencias delictivas, incluyendo, pero no limitándose, a traficantes de drogas”.
Por su parte, el fiscal Karim Khan subrayó que las investigaciones de su oficina son “independientes e imparciales” y consideró el arresto de Duterte como “un avance significativo en la búsqueda de justicia” en Filipinas por los crímenes presuntamente cometidos en el contexto de la llamada campaña de “guerra contra las drogas”.
“No se preocupen”

“No se preocupen”, dijo el expresidente a sus seguidores en un video grabado justo antes de aterrizar en Países Bajos y pasar bajo custodia de la Corte Penal Internacional (CPI), acusado de crímenes contra la humanidad, en lo que ya advirtió será un “largo proceso legal”.
“A mis compatriotas”, dijo Duterte, cuyo avión aterrizó ayer por la tarde en el aeropuerto neerlandés, “estoy bien, no se preocupen”.
Su juicio ante la CPI “será largo”, añadió, acusado del crimen de lesa humanidad de asesinato durante su sangrienta guerra contra las drogas como alcalde de la ciudad sureña de Davao primero, y luego en el país durante su mandato como presidente (2016-2022).
“Por todo lo sucedido en el pasado, soy yo quien se puso al frente de nuestras fuerzas del orden y del Ejército. Les dije que les protegería y que asumiría la responsabilidad de todo”, concluyó el exmandatario.
¿Deseas recibir esta y otras noticias en tu celular? Únete a nuestro grupo de Telegram https://t.me/diariolaverdad y WhatsApp https://bit.ly/3kaCQXh. Además, sigue nuestro perfil en Instagram @diariolaverdad y en Facebook y Twitter @laverdadweb