Diego Sierralta, hijo de la fallecida expresa política y paciente oncológica Yenny Barrios, fue excarcelado y pudo asistir al sepelio de su madre, quien falleció el pasado 8 de noviembre sin haber logrado reencontrarse con él, pese a las reiteradas solicitudes de organizaciones y activistas de derechos humanos.
La noticia de su excarcelación fue confirmada por familiares y vecinos de Barrios al medio RunRun.es, quienes relataron que el joven estuvo presente durante el entierro realizado en Carora, estado Lara.
Durante los días previos a la muerte de Yenny, organizaciones de derechos humanos, como Caleidoscopio Humano y Justicia, Encuentro y Perdón, exigieron la liberación inmediata de Diego Sierralta para que pudiera acompañarla en sus últimos momentos. Sin embargo, el Estado ignoró las solicitudes.
“Lamentamos el fallecimiento de Yenny Barrios. Desde principios de semana organizaciones exigieron la libertad de Diego, su hijo. Una vez más se ignoró el clamor de una familia”, expuso Caleidoscopio Humano en sus redes sociales.
Yenny Lucía Barrios fue detenida el 9 de septiembre de 2024 en su casa de Carora, estado Lara, acusada de terrorismo e instigación al odio por presuntamente participar en actos vandálicos contra una sede del Psuv. En ese momento, acababa de ser operada de un linfoma no Hodgkin y apenas comenzaba su tratamiento de quimioterapia.
Durante sus 93 días de reclusión, permaneció en el Centro de Detención Pata e’ Palo de Barquisimeto, donde sus quimioterapias fueron suspendidas, lo que agravó su estado de salud.
Fue excarcelada el 11 de diciembre de 2024, y su hijo Diego —su único familiar cercano— la recibió esa noche frente a la Sociedad Anticancerosa del estado Lara, después de semanas de denuncias sobre el deterioro físico de su madre.
La tranquilidad de ambos duró poco. Sierralta, de 27 años, fue detenido el 22 de enero de 2025 por funcionarios de la División Contra Drogas de la Policía Nacional Bolivariana (PNB) cuando intentaba intercambiar cuatro parches transdérmicos de fentanilo, un potente analgésico recetado a su madre para aliviar los dolores crónicos, por una dosis de Ciclofosfamida de 1.000 mg, medicamento necesario para su cuarto ciclo de quimioterapia.
La Fiscalía lo acusó de distribución y transporte de sustancias psicotrópicas y asociación para delinquir, delitos por los que podía enfrentar hasta 12 años de prisión.
Fuente: El Pitazo / Runrunes
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