La Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) publicó este martes 23 de diciembre su tradicional mensaje de Navidad, en el cual invita a reconocer la presencia amorosa de Dios y a trabajar por la “paz” en la sociedad venezolana, a la vez que reprueba la “privación de libertad” por motivos políticos y las “acciones bélicas” en el Caribe.
El comunicado en la página web de la CEV expresa que “reconocemos la presencia amorosa de Dios en medio del pueblo venezolano, y deseamos que la paz, fruto precioso de la acción del Espíritu Santo, se haga realidad en cada uno de nuestros hogares y el conjunto de la sociedad”.
Resalta que este deseo se transforma “en experiencia vivida” a través de “las misas de aguinaldo” y “en el reencuentro y compartir con los familiares y amigos”, así como en “las visitas a los hogares e instituciones para las tradicionales parradas y la bendición de los nacimientos”.
El Episcopado condena la “privación de libertad por pensar distinto políticamente de ciudadanos nacionales y extranjeros”, además del “empobrecimiento generalizado de la población que sufre una galopante inflación y una economía desestructurada”.
También lamenta que las festividades este año se vean “ensombrecidas” por las “acciones bélicas cercanas a nuestras costas con lamentables pérdidas de vidas”, en referencia a los ejercicios militares emprendidos por EE. UU. en el Mar Caribe en su lucha contra “el narcoterrorismo”.
El mensaje de los obispos rechaza “las confiscaciones de nuestros recursos naturales y la imposición de nuevas sanciones económicas” así como “la discriminación y criminalización de los migrantes”.
Asimismo, la CEV crítica “el predominio de una narrativa especulativa” en la cual la opinión pública se llene con “con debates sobre hechos no consumados, la violencia verbal y la descalificación reinante” en el área política.
Destaca que la poca práctica y tergiversación de la “paz”, aparte que cita sobre como “algunos piensan que es imposible lograrla y postulan otras vías, con los riesgos de generar violencia e injusticias que hacen sufrir al pueblo”.
La CEV invita a que se coloque la dignidad humana y el bien común por encima de los intereses individuales, ideológicos y partidistas, a través de la “humildad del diálogo”.
“Una paz que no surja como fruto del desarrollo integral y la inclusión social, que no inspire la vigencia y el respeto de los derechos humanos, ciudadanos y democráticos, no garantiza su permanencia en el tiempo y siempre será germen de nuevos conflictos y de variadas formas de violencia”, subraya.
Puntualiza que “es necesario abandonar las soluciones poco realistas y los enfoques que no toman en cuenta a todos”.
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