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El presidente de Empresas Polar, la mayor compañía privada de alimentos de Venezuela, Lorenzo Mendoza, rechazó hoy lo que consideró un “hostigamiento” por parte de los servicios de inteligencia contra su persona, sus familiares y los más de 30.000 trabajadores de su compañía.
“Quisiera rechazar con total contundencia el hostigamiento y la persecución del cual estoy siendo víctima, yo, mis trabajadores, mi familia, por parte de la policía política del (Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional) Sebin”, dijo Mendoza a los periodistas en la sede central de Polar, al este de Caracas.
Esta declaración se produce cuatro días después de que el pasado jueves un grupo de funcionarios del Sebin se instalaran “con armas largas y a veces con pasamontañas”, según Polar, a las afueras de la sede central de la compañía y en las cercanías de su residencia personal.
Desde entonces, los agentes se mantienen en torno a la sede y la residencia del empresario, según la empresa.
Mendoza cree que la presencia de estos funcionarios no tiene justificación y, por el contrario, forma parte de un proceso intimidatorio que, afirmó, viene materializando el Gobierno venezolano en su contra “ya durante varios años”.
Este acoso, según el empresario, hace que sus empleados “vivan siempre de una manera difícil lo que debe ser una jornada laboral en pro y en beneficio de ellos, su familia, y Venezuela toda”.
Mendoza recordó que Empresas Polar ha sido objeto de numerosas fiscalizaciones ordenadas por el Ejecutivo, “muchas de ellas indebidas, arbitrarias, no ajustadas a derecho” y que en los últimos meses han sido detenidos varios de sus trabajadores.
Además, repudió “la campaña de difamación constante” que, según dijo, lanzan desde los medios públicos del Estado contra su empresa, su persona y sus trabajadores.
“El compromiso que tiene Empresas Polar, todos sus trabajadores, mi persona con Venezuela es absolutamente inquebrantable, por nada de lo que de alguna forma sufrimos, aquí voy a estar, aquí voy a seguir trabajando”, agregó el empresario.
El Sebin se desplegó en esos lugares en víspera de la huelga general de 12 horas convocada por la oposición venezolana, como una de sus acciones para presionar por un cambio político en el país.