Como ha sido habitual en los últimos encuentros, la Venezuela de Dudamel tuvo un buen primer tiempo y un pésimo segundo, en el cual el físico les pasó factura y terminaron encajando los tres goles
La alegría duró poco. La Vinotinto llegó a Quito tras vencer a Bolivia con un histórico 5 a 0 conseguido en Maturín. La idea era, como dijo el capitán Tomás Rincón, seguir sumando para conseguir la mayor cantidad de puntos posibles, puesto que el sueño mundialista ya está muerto. Sin embargo, no fue así. Ecuador le propinó una goleada de 3 a 0 a los dirigidos por Rafael Dudamel, que los envió de nuevo al fondo de la tabla, debido a que Bolivia los superó luego de vencer a Paraguay 1 por 0.
Como ha sido habitual en los últimos encuentros, Venezuela tuvo un buen primer tiempo y un pésimo segundo. Apenas cuando transcurrían los primeros ocho minutos, Adalberto Peñaranda se sacó a dos contrincantes gracias a una magnifica ruleta, para posteriormente centrar un balón que Josef Martínez logró conectar con la cabeza, pero su remate salió desviado. Asimismo en el 19', Rincón sacó un zurdazo dentro del área que el portero envió al tiro de esquina.
Por su parte, los locales tuvieron su ocasión más clara en el minuto 42 cuando un remate de Renato Ibarra se estrelló en el palo, ante la mirada del guardameta Dani Hernández.
Pegó la altura
La preparación que realizó el conjunto vinotinto en la isla de Margarita no sirvió de mucho a la larga. Los dos mil 850 metros por encima del nivel de mar afectaron el físico de los criollos quienes se fueron desgastando con el pasar de los minutos, optando por encerrarse atrás y olvidándose por completo del ataque.
El primero para los meridionales llegaría en el minuto 51 gracias a un cabezazo del defensor Arturo Mina, quien fue asistido por Miller Bolaños que entró libre por la banda izquierda y centró a placer. En los siguientes minutos los pupilos de Dudamel se vieron acosados por los de casa y en varias ocasiones Hernández se vio obligado salvar a su equipo.
No obstante, el arquero criollo no pudo resistir por mucho tiempo y en el minuto 82 llegó el segundo a través de los pies de Bolaños, quien remató un pase de la muerte que partió, nuevamente, desde la banda izquierda. El tercero y último lo colocaría Enner Valencia al aprovechar un pase que recibió completamente solo en el área, luego de un contragolpe que se originó por una pérdida de balón de Renzo Zambrano debido a una presunta falta que el árbitro no pitó.
“Nos quedan tareas pendientes”
Dudamel elogió el trabajo de su oponente, afirmando que “perdimos ante un equipo buen trabajado en el orden físico y atlético, que tiene mucha madurez en su juego”, y destacó: “Al margen de las oportunidad que tuvo Ecuador, nosotros tuvimos unas cuatro bien claras”.
En ese sentido, dijo que su equipo "desarrolló lo planificado dentro de lo que se tenía previsto" hasta que encajaron el primer gol. "Ya con un gol en contra no pudimos rematar bien el juego", aseguró. “Nos quedan tareas pendientes que dentro de la juventud que tenemos trataremos de mejorar para retornar, ojalá que mejor, en marzo próximo", añadió.
2016: Para el olvido
El año 2016 ha sido terrible para el fútbol venezolano en cuanto a la selección se refiere. De ocho partidos que jugó por Eliminatorias al Mundial de Rusia 2018, la oncena venezolana cayó en cinco, empató dos y ganó apenas uno, consiguiendo un registro de 18 goles en contra y 10 a favor, quedando sin posibilidad alguna de ir a la próxima Copa del Mundo.
Mientras tanto, en la Copa América Centenario avanzaron de fase de grupo sin perder ningún juego, pero cayeron ante Argentina por 4 a 1 en un partido recordado por el penalti que falló Luis Manuel Seijas, quien decidió patearlo a lo Panenka, cuando el partido estaba 2-0.
Dudamel había comentado, antes del juego contra los ecuatorianos, que venían a reivindicar lo conseguido ante los bolivianos, pero no fue posible. A pesar de los malos resultados durante todo el año, no se ha manejado la posibilidad de que el exportero abandone el banquillo.
El próximo partido será ante Perú en marzo del 2017, un año en que tanto jugadores, como cuerpo técnico y fanáticos, esperan sea al menos un poco mejor.