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La tradición de ir hacia el casco central en busca de las rebajas, remates y liquidaciones en los mercados populares de Maracaibo, al inicio del año nuevo, se frustró para los compradores.
Quienes caminaron por el Callejón de los Pobres fueron testigos de las lonas descoloridas colgando de los tarantines que no exhibieron artículos. Cada cuatro o cinco puestos tropezaban con una mesa que ofertaba por siete mil o 10 mil bolívares ropa de niños, franelas, pantalones o prendas íntimas. La secuencia se repetía en ambos lados del pasillo hasta llegar a San Felipe. Las bolsas plásticas vacías de mercancía vieja volaban con el viento matutino del recién llegado enero y solo los comerciantes activos generaban conversación en la zona que, el resto del año, se caracteriza por llenar de vendedores y compradores.
El Callejón de los Pobres, centro de referencia para la compra de prendas de vestir en la capital zuliana, tuvo poca afluencia de compradores y las liquidaciones de mercancía fueron mínimas. Mileidys Chirinos de 60 años, fue hasta la zona para conseguir ropa para ella y su hijo. En Navidad no compró ninguna prenda y tenía la esperanza de adquirir a “buen precio” ropa para resistir el resto del año. “Este año en el sector Milagro Norte no conocimos el sabor de las hallacas y con el dinero que guardamos, esperamos, pero no hay casi nada que ver. Vamos de mal en peor”.
Venta al piso
Los precios de 2016 en ropa y calzado se mantienen en los locales comerciales, con riesgo de pérdida, porque con los ingresos no podrán comprar la misma cantidad a los proveedores, de acuerdo a Edison García, comerciante de uniformes y piezas para niños, desde hace 20 años. Aclaró que solo los locales que acumulan deudas se ven en la necesidad de vender toda su mercancía a mitad de precio, aunque este año el fenómeno no es frecuente.
Jesús Simancas, miembro de la Federación de Comerciantes del estado Zulia, estimó que solo 800 vendedores de los cerca de mil 500 que hacen vida en la zona comercial acudieron ayer a sus puestos de trabajo. Esto producto de las bajas en las ventas, aumento de los precios en el mercado y el decaimiento de las personas por comprar alimentos en vez de ropa.
Esperan que los comerciantes puedan “levantar cabeza” este año con la compra de mercancía nueva y estiman que los precios de los artículos como jeans y franelas aumenten “considerablemente” de acuerdo al dinamismo con los proveedores.
Basura en el Callejón
Los comerciantes se quejan de la basura que prolifera en las veredas del Callejón de los Pobres, pero Alberto Ortiz, miembro del condominio, aseguró que labora de lunes a viernes y saca bolsas de basura de la zona comercial desde hace 29 años. Se quejó que a pesar de que no le cancelaron los aguinaldos, cumplió con sus funciones el 31 de diciembre y a la fecha espera por respuestas. Los puestos apoyan su labor y cada uno aportó para su Navidad.
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