Nos
Continuamos recorriendo el largo y espinoso camino de revisar el cúmulo de errores vulgares que afean y desdicen mucho de nuestros medios audiovisuales. Nos referiremos hoy al término involucrar que, en el lenguaje tortuoso de políticos, altos representantes de la sociedad y comunicadores sociales, aparece como un inocente sinónimo de participar en algo o formar parte de algo. Así se dice, profusamente, “Los policías involucrados en la captura del delincuente”, “Los oficiales involucrados en la organización del desfile”, “El médico involucrado en la operación quirúrgica” y hasta “Los maestros o representantes involucrados en la educación del niño”. No es así. Involucrar es una voz de uso muy delicado. Proviene del latín involucrare, con el significado de ‘envoltura’. En nuestro español oficial significa: ‘Abarcar, incluir, comprender’, esto es, en ella siempre va algo sugerido, supuesto. En estilística significa: ‘Injerir en los discursos o escritos cuestiones o asuntos extraños al principal objeto de ellos’. No es una licencia, es una digresión que el autor hace con alguna intención especial (envoltura). Y la tercera y más delicada acepción, asentada en el Diccionario Académico, es: ‘Complicar a alguien en un asunto, comprometiéndolo en él’. Todavía en nosotros resuenan las palabras admonitorias de nuestro admirado profesor Pedro Pablo Barnola (q.e.p.d.): “Yo soy un sacerdote. No me involucro”, que. del salón de clases, pasaron a las páginas de su útil librito de orientación cribológica Noto y Anoto. Se utiliza bien involucrar cuando se da por cierto, se acusa o sugiere un hecho delictivo, punible, criminal o reprensible: “Los jóvenes involucrados en el tráfico de drogas”, “Los delincuentes involucrados en el robo del banco”, “Los fanáticos involucrados en el ataque a la catedral”.
Y vamos a concluir refiriéndonos a una tonta muletilla que cada día se extiende más en nuestros medios periodístico; en lo que es o a lo que. El reportero dice: “Estoy en lo que es la esquina de Bella Vista con 5 de Julio…”, en lugar de la expresión recta “Estoy en la esquina de Bella Vista y 5 de Julio”. “Le pregunté de lo que es más importante”, en vez de “Le pregunté lo más importante”. “A lo que lo vea” o “En lo que lo vea”, en lugar de “Cuando lo vea, o Tan pronto lo vea”.