SIETE HABITOS POTENCIALMENTE INSEGUROS

En muchas ocasiones, las acciones que pueden y deben adelantar los ciudadanos se inician con revisar y atender hábitos de seguridad que, al mantenerlos, exponen incluso a quienes le rodean

La característica del entorno de la seguridad ciudadana en Venezuela exige no sólo iniciativas decididas y concretas del Estado, bastante cuestionado, por cierto, sino la participación organizada de los individuos. En muchas ocasiones, las acciones que pueden y deben adelantar los ciudadanos se inician con revisar y atender hábitos de seguridad que, al mantenerlos, exponen incluso a quienes le rodean. Vamos a mencionar algunos de los más comunes:

Aislarse. Las acciones relacionadas con la seguridad siempre son más eficientes cuando se analizan, acuerdan y ejecutan en colectivo. No sólo permite el uso racional de los recursos muchas veces escasos y costosos, sino el contar con el auxilio de los vecinos en caso de emergencias.

Improvisar. Los delincuentes en su mayoría, planifican las acciones que van a llevar a cabo en contra de sus víctimas. Si bien es cierto que en oportunidades se dejan llevar y se comportan impulsivamente, están conscientes que no es garantía de éxito. De acuerdo a su entorno, modo y condiciones generales de vida, usted debe estar preparado a cómo actuar en situaciones riesgosas.

Negar la realidad. Es cierto que los entornos hostiles pueden afectar su salud mental y que, por tanto, las medidas tendientes a minimizar los riesgos psicosociales son necesarias. Pero atender esos aspectos no es sinónimo de negar la realidad. Venezuela cuenta con ocho de las 50 ciudades más violentas del mundo, por lo que vivir en ellas tiene entre otros costos a pagar, un permanente y alto nivel de prevención.

Desactualizarse. Si en algo invierten los criminales es en mantenerse al día en las diversas modalidades delictivas. No se aspira que el ciudadano común ocupe el lugar de los profesionales de la industria de la seguridad, pero el desarrollo de una eficiente cultura de prevención, pasa por el conocimiento de las contramedidas que pueden aplicarse.

Ser violento. El delincuente en Venezuela se caracteriza por el alto nivel de violencia. Cuando ataca a su víctima hace uso de ese recurso sin remordimientos, lo que sumado al factor sorpresa le otorga una innegable ventaja. Sólo es cuestión de analizar las estadísticas, para concluir que los individuos que intentan defenderse con actitudes violentas no sólo fracasan, sino que en muchas oportunidades lo pagan con su vida.

Subestimar al delincuente. ¿Delincuente es sinónimo de estúpido? No, y quien opine de esa manera puede llevarse una desagradable sorpresa. La delincuencia es una actividad por la que se opta debido a múltiples razones, pero ninguna de ellas está relacionada con falta de inteligencia. Por el contrario, muchos delincuentes han tenido éxito en sus actividades ilegales, debido a un alto nivel de creatividad y agudeza mental.

No invertir. Cuando el psicólogo Abraham Maslow desarrolló en la primera mitad del siglo XX su obra “A theory of human motivation” (Una teoría sobre la motivación humana), incluyó la pirámide que lleva su nombre. Allí se presentan en orden jerárquico, los cinco niveles de las necesidades que cruzan a todas las personas. En el segundo nivel de necesidades más básicas se encuentra la seguridad que, de ser indebidamente cubierta, no permite ascender a los siguientes niveles. Pero, aunque algunos entornos más que otros, facilitan el disfrutar de la seguridad en todos los casos tiene un costo. Por tanto, de acuerdo a su realidad, en el presupuesto familiar o empresarial, la seguridad debe contar con los recursos necesarios.

Recuerde que cuando se actúa despreocupadamente en lo que ha seguridad se refiere, no sólo se transforma en un ser más vulnerable, sino que se expone a la amenaza de la delincuencia e incrementa el riesgo potencial de ser víctima.

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