Zamora
La semana pasada el TSJ, pasando por encima de la Asamblea Nacional, ordenó llevar los restos del guerrillero Fabricio Ojeda al Panteón Nacional, honor reservado para los próceres y grandes benefactores de la patria. ¿Quién es y qué hizo el susodicho para merecer tal distinción?
En junio de 1957, el PCV invitó a los partidos políticos URD, Acción Democrática y Copei a constituir una Junta Patriótica clandestina con la finalidad de derrocar a Pérez Jiménez. La presidencia de la Junta era rotatoria, y el 23 de enero de 1958 le tocó por casualidad a Ojeda (miembro de URD) su turno en el desempeño de esa función. Fue esa junta la que convocó una huelga general y el día de la caída del dictador sirvió como uno de los voceros del suceso. Eso fue todo.
Posteriormente Ojeda fue guerrillero y traidor a la patria tratando de destruir la recién nacida democracia. Si a eso vamos, más mérito tienen Wolfang Larrázabal, presidente de la Junta de Gobierno que derrocó al tirano, Rómulo Betancourt, fundador de la democracia o tantos otros participantes. Pero los chavistas necesitaban un héroe para el 23 de enero y lo inventaron.
De la independencia transformaron al oligarca y mantuano Bolívar en socialista y mulato; a Guaicaipuro y Negro Primero los llevaron simbólicamente al panteón para quedar bien con los indígenas y los afrodescendientes. De la guerra federal (más destructora que la de la Independencia) transformaron a Ezequiel Zamora en héroe de los pobres y campesinos, no obstante haberse casado con una multimillonaria latifundista. Zamora solía vanagloriarsede su lugarteniente negro, el depravado asesino Martín Espinosa, cuyo grito de guerra era: “mueran los blancos y los que sepan leer”. De él solía decir: “el odio represado en el zambo es nuestro mejor aliado”… hasta que dejó de serle útil y lo fusiló.
Chávez, alimentando su megalómano y narcisista ego, se creyó descendiente de Moctezuma a través de su bisabuelo el guerrillero del montón Maisanta, pero una comisión enviada a México acabó con el delirio. También se dice que los santeros de Miraflores, a través de los huesos del Libertador le dieron poder ilimitado al comandante eterno, al parecer por poco tiempo, porque al poco tiempo falleció. Que oiga quien tiene oídos…