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Los sicarios del municipio Santa Rita salieron de cacería de mujeres. En menos de 12 horas acribillaron a tres amas de casa e hirieron de gravedad al progenitor de una de ellas. Los homicidas utilizaron el mismo modus operandi en los ataques: Llegaron en moto a las residencias de sus víctimas, entraron hasta la sala y dispararon hasta ver cumplido su objetivo.
Glabeana Caridad Báez (23) fue la primera víctima. La asesinaron en la mañana cuando caminaba por la vía principal del sector Punta Iguana. Según testigos, la mujer intentó salvaguardar su vida, corrió hasta su casa. Pero los pistoleros la siguieron hasta acorralarla en la sala. Le dispararon unas ocho veces en la cara.
Su cuerpo quedó tendido en el piso. Sus familiares aseguraron que escucharon las detonaciones y al salir la vieron desangrada. La trasladaron hasta el Hospital General del Sur, donde ingresó sin signos vitales.
Segundo ataque
A Michell Perozo, de 21 años, la siguieron hasta la casa de su abuela paterna, en la calle Carabobo del sector El Caño. Conversaba con su tía, Zoraida Perozo (42), conocida como la "China"; y su papá, Jorge Perozo, de 50 años.
Tres sicarios llegaron a las 5.30 de la tarde en dos motos, ingresaron sigilosamente hasta la sala y sin mediar palabras le dispararon unas 15 veces. La "China" intentó someter a uno de los desconocidos, su cómplice se regresó y le disparó. La ráfaga de balas le atravesó desde la cabeza hasta las piernas. Algunos proyectiles atravesaron a Perozo en el abdomen.
A los Perozo los llevaron a la emergencia del Hospital Senén Castillo Reverol. La "China" llegó muerta, mientras que a su hermano lo remitieron al Hospital General del Sur con heridas en el estómago y fue intervenido quirúrgicamente. Su estado de salud es reservado.
Los funcionarios de la Policía científica, Subdelegación Cabimas, iniciaron las investigaciones del triple homicidio. Fuentes ligadas al caso informaron que a las damas las relacionan con unas bandas delictivas de la zona. El móvil que cobra más fuerza es el ajuste de cuentas.
En silencio
Los familiares y los amigos guardaron discreción sobre los hechos. Se negaron a ofrecer mayores detalles. Se conoció que Caridad Báez era ama de casa y madre de dos niños. Su amiga Michell era soltera y no dejó hijos. Vivía en el sector Palmarejo.