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Los padres de José Luis Atencio González, de cinco años, finalmente se acercaron a las oficinas del Eje de Homicidios de la Policía científica para declarar sobre la muerte de su niño. En el testimonio relataron que los agresores llegaron a la casa por problemas que tienen con Santiago Fernández, el padre de la víctima.
Frente a la morgue forense, después que los funcionarios bajaron de una furgoneta el cadáver, la familia recordó el hecho. Pasada las 9.30 de la noche del domingo dos hombres llegaron a la casa de la familia, en el sector Caño Espina de la parroquia La Sierrita, tras una discusión con los presuntos asesinos, estos dispararon y el tiro alcanzó al niño cuando dormía en un chinchorro. La bala atravesó la cabeza.
Al pequeño lo sacaron moribundo de la vivienda para que recibiera atención médica en el Centro de Diagnóstico Integral de Cuatro Bocas. Luego lo remitieron al Hospital Dr. Adolfo Pons por el delicado estado en el que se encontraba. A la 1.00 de la madrugada del lunes los galenos certificaron el deceso de Atencio. En ese momento los familiares se marcharon para el municipio Mara en busca de los culpables y venganza.
Discrepancia
Santiago realizaba el trámite para poder enterrar al mayor de sus hijos, pero este contó que acababa de llegar del trabajo cuando los hombres lo llamaron en el frente de la casa por su nombre, abrió la puerta. En ese momento uno de ellos disparó y huyeron. Supone que pretendían robarse los ovejos y la moto que tiene en el fondo de la propiedad.
Resaltó que él no conoce a los antisociales y que no discutió en ningún momento con ellos. En el interior de la residencia también estaba su esposa y la hija menor, de dos años.
El cuerpo detectivesco se encuentra tras la pista de los homicidas para someterlos a los interrogatorios y demás pruebas de rigor.