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Al mecánico Betulio Antonio Cañizales Sánchez (63) lo asesinaron de un tiro en el pecho y a su hijo, Brinolfo Cañizales (38), quedó herido de gravedad. Dos delincuentes entraron ayer, a las 5.30 de la mañana, en su residencia, en la carretera La Engranzonada (Troncal 6), municipio Rosario de Perijá.
Según los familiares, uno de los asaltantes se metió en la casa, mientras que el otro cantaba la zona en el frente. Tomó como rehén a Élsida Zambrano, esposa de Cañizales, y la apuntó en la cabeza. En el desespero, el ama de casa gritó y le partieron la cabeza de un cachazo para callarla.
Los gritos se escucharon por toda la vivienda, lo que hizo que su hijo Brinolfo se despertara y corriera a ver qué sucedía. De inmediato el ladrón le disparó y este cayó al suelo. Betulio, quien amarraba al perro en el patio, corrió por la parte lateral de la vivienda hasta llegar al porche y preguntó: «¿Qué pasa?», al terminar la pregunta un proyectil atravesó el lado derecho de su pecho.
Los vecinos y demás familiares auxiliaron a las víctimas. Betulio balbuceaba sangre. La bala no salió de su cuerpo y al parecer le ocasionó una hemorragia interna y su posterior camino a una clínica, en la avenida Santa Teresa de La Villa.
Los médicos estabilizaron a Brinolfo Cañizales y lo remitieron al Hospital General del Sur de Maracaibo, donde lo operaron, a las 11.00 de la mañana, de emergencia. Su estado de salud es muy delicado, informaron sus parientes.
Repudio
Comisiones de la Policía regional, Policía científica y la Guardia Nacional se apersonaron al lugar, interrogaron a los testigos y recoger las evidencias, mientras que vecinos y allegados lamentaban el asesinato, describieron a la familia como gente muy trabajadora.
Manejan como hipótesis la resistencia al robo. En la vivienda funciona un restaurante, desde hace varios años, propiedad de la señora Élsida, es un sitio muy concurrido, lo que hace suponer que los maleantes iban por dinero y otras pertenencias, que no se pudieron llevar debido al escándalo que despertó a toda la vecindad.
Los moradores informaron que están muy azotados por la delincuencia. Roban, atracan y hurtan, todos los días. En la vivienda de la familia Cañizales ya habían robado en otras oportunidades. Hicieron un llamado a las autoridades competentes para que realicen operativos constantes y protejan a la comunidad.