
Según
Jhonatan Guillén, exmarido de Adriana Mabel Acosta Garcés (30), está solicitado por la Policía científica por ser el principal sospechoso del cuádruple homicidio ocurrido el martes en la madrugada en el sector El Valle de La Villa del Rosario, donde fueron asesinados la dama, sus dos primos Daliel Acosta Ardila (16) y Elvis Acosta (17) y su actual pareja Francisco Toro, alias el “Cachaco”.
Según fuentes policiales, Guillén utilizaría los oficios de la banda de Alirio “Cara Cortada”, uno de lo sicarios más buscados en el Zulia, para cometer el atroz delito. La expareja estaba celoso porque había terminado relación hace pocos meses. El pasado lunes en la noche fue a buscar a casa de Adriana a la hija, de seis años, que procreó con ella y se la entregó a su madre (abuela paterna). Desde entonces no saben de su paradero.
El martes, a la 1.30 de la madrugada, los sicarios llegaron al lugar para acometer el hecho. Allí se encontraron con los dos primos, quienes siempre frecuentaban la casa. Los amarraron y maniataron para degollarlos y dispararles en el pecho. Luego le tocó al “Cachaco”, a quien torturaron salvajemente y le desprendieron varios órganos. Le metieron un palo de escoba por el abdomen. Luego le dispararon en tres oportunidades.
Por último la tomaron a ella, la torturaron y la estrangularon con un cable. Quedó con medio cuerpo sobre la cama y el pelo cubría su rostro. Al lado yacía el cuerpo inerte de Toro. Familiares que llegaron en la mañana se encontraron con la terrible escena. Gritando salieron del inmueble llamando a vecinos y familiares.
Entierro con ritos
Debido a su mestizaje guajiro, los Acosta fueron sepultados el miércoles a las 10.00 de la mañana. Las mujeres wayuu cargaron los tres féretros vestidas de rojo y descalzas, lo cual en la cultura de la etnia, significa que los autores del horrendo crimen, sufrirán hasta llegar al punto del desespero y luego a la muerte. Llevando espejos y otros enseres propios del rito, llegaron al Cementerio Juan Gil.
La comunidad de La Villa está conmocionada por este abominable hecho donde los Acosta residían y pertenecen a familias numerosas y muy conocidas en la zona. Pidieron celeridad y justicia para que este macabro homicidio sea castigado.