Abuelos
Ezequiel Dalmacé (66) y su esposa Ana María Pirela (67) tienen 15 días “presos” en su propia casa porque un río de aguas negras irrumpió en su hogar. Su vivienda es una de las 100 afectadas por el colapso de dos colectores de aguas servidas en el sector Nueva Democracia, en el noroeste de Maracaibo. “Hoy salimos, teníamos dos semanas encerrados en la casa. La pasamos maluco, tengo casi un mes que no trabajo porque esta pudrición no nos deja ni asomarnos a la puerta”.
La Verdad visitó a los ancianos para conocer sobre su “predicamento”. Mientras recibía a los periodistas, Ezequiel, señalaba los restos de moho pegados en las paredes de su casa. El hombre hace empanadas para mantener a su esposa y por la inundación tiene más de un mes que no trabaja. “Se venden pocas, pero con eso compramos lo que necesitamos”. Estar encerrados, no solo impide a los ancianos trabajar, sino comer.
Durante el encierro resolvieron con lo que tenían en la nevera, “una compra que nos hizo una hija”. Sin embargo la falta de trabajo dificultó la situación. “No podemos dejar de trabajar porque con los 12 o 15 mil bolívares que hacemos diarios nos bandeamos”.
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Hasta el cuello
Los abuelos confesaron vivir entre la angustia y el miedo cada vez que la callejuela comienza a acumular agua. “La sacamos hasta de los cuartos, porque cuando llueve es peor. Una vez estuvimos hasta las 5.00 de la tarde. Me desespero mucho, nada más pienso en buscar la comida, porque si es de estar encerrados aquí ya no me importa, lo difícil es no trabajar”, dijo Ezequiel.
Ana María prefiere no pensar. “Ya uno no haya que hacer aquí, ni pensar, es preferible no hacerlo”. La mujer que lava y plancha ropa ajena hizo un esfuerzo por no llorar, tragó grueso y aseguró: “Estamos full de llagas, tengo miedo que esto se ponga peor”. Ella tampoco trabajó más. “Mis clientes no se van a tirar al agua para traerme la ropa”.
Contó a este rotativo que sobrevivieron en el encierro gracias a sus vecinos, quienes le prestaron arroz y harina. Ante la situación fue tajante: “Tenemos que buscar cómo solucionar esto porque así no podemos vivir. Lo que preocupa es que esto va a seguir, porque con las lluvias eso se vuelve a llenar, tengo miedo”.
Aliviados
Eduardo Mora, otro de los afectados, informó que una cuadrilla de Hidrolago visitó la comunidad este martes para verificar los daños en la zona. “Destaparon un colector y bajó un poco el agua, pero el otro está dañado y ya el agua se nos mete otra vez, los esperamos y no vinieron”. Otros vecinos denunciaron que las aguas servidas se mezclan con las blancas. “Ahorita hay agua y huele mal”.