
Después
Enyerber José Pereira Colmenares, de 19 años, perdió la vida en manos de unos motorizados que le propinaron tres impactos de bala en la espalda, pecho y abdomen. Los parientes del occiso aseguran que los delincuentes implicados en el asesinato son los mismos que hace días lo amenazaron de muerte.
El día del homicidio la víctima conversaba tranquilamente con su esposa en el frente de su casa, nunca imaginó que a lo lejos estaba siendo espiado por unos motorizados que esperaban la más mínima oportunidad para tirotearlo. Cuando la pareja de Enyerber lo dejó solo, dos delincuentes en una moto se detuvieron junto a él, el parrillero sacó un arma de fuego y le disparó, el pasado lunes a las 10.00 de la noche, en dos oportunidades, así lo comentó Yakelín Pereira, tía del occiso.
La sangre lo ahogaba por la bala que recibió en el pecho. Con las pocas fuerzas que le quedaban trató de escapar, al dar la media vuelta recibió un balazo en la espalda, cayó y pereció en plena avenida 79 del sector 6 de Enero en el barrio Integración Comunal. Al escuchar las detonaciones, los vecinos comenzaron a salir de sus casas para saber lo que había sucedido, hallaron al joven boca abajo con los ojos entre abiertos, recordaron los allegados.
De inmediato llamaron a la Policía para informarle sobre el asesinato. Cuando los funcionarios llegaron al barrio, acordonaron la escena del crimen, interrogaron a la comunidad e hicieron las primeras pesquisas; posteriormente levantaron el cuerpo del joven y lo trasladaron hasta el Hospital General de Sur. Hasta el momento, los detectives del Eje de Homicidios de la Policía científica manejan el caso como un ajuste de cuentas, sin descartar otras hipótesis.
Temen por sus vidas
La tristeza, el dolor y la indignación eran colectiva, los habitantes del sector no podían aceptar la noticia, culpaban una y otra vez a los antisociales con los cuales sostuvo una riña en el barrio Industrial Norte. A las afueras de la morgue forense, los familiares de la víctima estaban atemorizados, se negaban a ofrecer cualquier tipo de información relacionada con el caso a los medios de comunicación; apartaban sus rostros de la cámara, argumentando que señalar a los delincuentes suponía una muerte segura.
Un allegado a la familia Pereira comentó que el joven había tenido un problema con unos motorizados mientras caminaba por el barrio aledaño. Esa noche, consumió alcohol en gran cantidad, estaba casi inconsciente, no podía sostenerse en pie; tropezó con uno de los antisociales, este se molestó, lo empujó y luego en compañía de sus amigos lo golpearon. Enyerber reaccionó a la agresión golpeándolos también, a partir de ese momento lo amenazaron con matarlo.
LEYENDA: Los familiares de la víctima no cuentan con recursos económicos suficientes para enterrarlo. (Foto: José Nava)