La nueva morgue, un proyecto engavetado

La entrada principal la rodea el monte y los hongos. (Fotos: Josu00e9 Nava)

Tres dependencias del Gobierno se han responsabilizado del proyecto. En 2014 se la otorgaron al Servicio Nacional de Medicina Forense. La Policía científica utiliza los espacios para guardar los objetos recuperados durante los procedimientos. No cuenta con vigilancia ni iluminación

El imponente edificio de ladrillos rojos, de dos pisos, empieza a perderse entre la maleza y sus puertas y sus ventanas comienzan a corroerse por el óxido. El proyecto, que se presentó en 2008 como una de las morgues más modernas del país, está paralizado. La infraestructura, ubicada a un costado de la sede regional de la Policía científica en Altos del Sol Amado en Maracaibo, sirve como depósito para los objetos recuperados en los procedimientos del cuerpo detectivesco, aunque no cuenta con vigilancia permanente. 

Tras caminar por el estacionamiento, pasar por un estrecho pasillo y lograr evadir las plantas que crecen sin control, se llega a la puerta principal. Solo el cantar de los grillos se escucha en cada rincón; la maleza y el hongo cubren las paredes de bloques rojos. Adentrarse a las instalaciones no es posible sin el permiso o la guía de un funcionario, es fácil perderse en el laberinto de pasillos y rampas.

El segundo piso tiene una vista panorámica, el aire sopla con fuerza, hay que luchar contra el viento para poder subir la empinada rampa. El sistema eléctrico, la red de aguas negras y blancas, así como la fachada de la morgue está terminada, el interior no, faltan los pisos, pintar las paredes, colocar el aire acondicionado, equipar cada salón, la sala de autopsia está cubierta de polvo y telas de araña. El olvido es progresivo.

A través de una ventana corrediza es posible observar computadoras obsoletas, escritorios, teléfonos, lámparas fluorescentes apilados en una habitación, los funcionarios de la Policía los abandonan, “utilizan la morgue para guardar material recuperado durante los enfrentamientos, allanamientos o simplemente almacenar los equipos de oficina que cumplieron su vida útil”, así lo comentó Fredy Rincón, director de la morgue forense de la Facultad de Medicina.

Parado frente a la puerta de la morgue, el director dejó su llamada telefónica a un lado para atender al equipo del diario La Verdad. “Dice estar y no estar” a cargo del proyecto, porque llevarlo a término depende del Gobierno.

“no han bajado los recursos financieros para concluir la obra”. No puede ofrecer una fecha exacta para la inauguración. Mientras el tiempo pasa, la puerta continua cerrada, las esperanzas de darle un destino mejor a los muertos se posterga inexistente. 

La utopía

El edificio ha sido clasificado como una medicatura forense de tipo A. En sus mil 800 metros cuadrados funcionarían los departamentos: psiquiatría, psicología, odontología, patología, solo le faltaría la antropología forense y la radiología. Dispondrá de 11 mesas para necropsias, tres más de las que actualmente utilizan los expertos en la morgue de la Facultad de Medicina de LUZ. Contará con un área de atención a las víctimas, una sala de espera y tendrá capacidad para albergar 185 cadáveres. El Gobierno nacional se comprometió, en su momento, a dotarlo con todos los avances tecnológicos y científicos existentes en el mercado.

 

 

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