
Los homicidas huyeron tan rápido como llegaron en la motocicleta. Los curiosos abarrotaron ayer, a las 5.00 de la tarde, la calle, denunciaron el homicidio a los cuerpos de seguridad e intentaron consolar a su vecina
Gabriel Enrique Bravo Ferrer, de 33 años, llegó al sector Curva del Muerto, municipio Jesús Enrique Lossada, con el propósito de entregarle a su madre una bolsa de alimentos. Cruzaba la calle con la bolsa cuando dos sicarios lo acribillaron.
El ama de casa no tuvo tiempo de verles el rostro a los asesinos de su hijo ni de auxiliar al herido. Cruzó la calle se abalanzó sobre el muchacho, quien sostenía aún la bolsa con comida, y lloró sobre su cuerpo, detallaron los curiosos.
Los homicidas huyeron tan rápido como llegaron en la motocicleta. Los curiosos abarrotaron ayer, a las 5.00 de la tarde, la calle, denunciaron el homicidio a los cuerpos de seguridad e intentaron consolar a su vecina.
Pasaron horas antes de que la primera patrulla llegara a la barriada, apartara a los averiguadores de la parroquia Concepción para que no alteraran la escena del crimen.
Los detectives de la Policía científica iniciaron las investigaciones, interrogaron a uno que otro vecino y a la progenitora de Bravo. Por ahora se inclinan a la venganza. Los homicidas actuaron como expertos, mataron y escaparon por las inmediaciones del cementerio El Edén. Hasta ahora no hay rastros de ellos.