El colapso de un colector mantiene cuatro casas con los baños y el patio inundados de aguas negras. Más de 100 familias no pueden salir de sus casas debido al río de aguas negras que inunda la calle principal del sector
La calle 95G del sector La Pastora de la parroquia Cacique Mara vive hace un mes en un chiquero de aguas negras, luego del colapso de un colector. El agua pestilente se devuelve por el sumidero de los baños, inunda las habitaciones y los patios de las cuatro casas que bordean la boca de visita. Hugo García, uno de los afectados, dijo que Hidrolago fue a la comunidad, pero no pudo hacer nada porque no tenían la maquinaria para reparar la tubería.
Los vecinos de la avenida 56 están preocupados por los niños de la comunidad. “Aquí se desató la diarrea y el vómito estas dos últimas semanas, yo me mudé con mis nietos para el último cuarto de la casa porque aquí en el frente huele muy mal y ya ellos ya están enfermos”, dijo Dolores Morales, otra de las perjudicadas. Otros permanecen encerrados sin poder disfrutar de las vacaciones escolares por la cercanía de las casas con las aguas negras.
La plaga en la noche es “insoportable, según los habitantes. Devora Sánchez vive en una de las casas más afectadas. Con tristeza contó cómo ella y sus vecinas perdieron enseres por la inundación. Mientras contemplaba el chorro de agua verdosa que salía por una de las paredes del frente de la vivienda, dijo: “Ojalá Hidrolago venga rápido, porque ya no aguanto más, además vivo con mi mamá que es una señora anciana y temo que se me enferme”.
Presos
Glorimar Delgado le confesó a La Verdad que se la pasa presa en su casa debido a que la calle del frente, el patio y el baño siguen inundados de aguas negras. “Mi hermanita y yo tenemos problemas respiratorios, ese olor es muy fuerte. La otra vecina se tuvo que mudar porque en la hidrológica no atienden las llamadas, yo no sé qué vamos a hacer”.
El río de agua que comienza al final de la comunidad llega hasta la avenida principal afectando también a los comerciantes, sobre todo las ventas de alimentos como verduras y desayunos. En una sola voz los habitantes de La Pastora claman por Hidrolago para que solucione la situación y evite lo más temen, “una epidemia por infección”.