La Alcaldía de Maracaibo fue despojada de sus atribuciones y competencias del IMAU, así como de la dirección y administración de una institución emblemática para la ciudad como es el Cuerpo de Bomberos
Analizando las últimas actuaciones del régimen comunista que destruye a Venezuela en contra de la Alcaldía de Maracaibo, pareciera entenderse que esta institución, con su alcaldesa Eveling Trejo de Rosales, se ha constituido en lo que se pudiera llamar una de las joyas de la corona en pos de la cual andan los revolucionarios de pacotilla.
Se trata de un sistemático ataque que va desde el cerco financiero al negarle los recursos que constitucionalmente le corresponden a esa corporación municipal, entre los que se encuentran las regalías que obligatoriamente tiene que transferirle por ley PDVSA, envío del dinero correspondiente a los aumentos de sueldo decretados por Maduro, hasta la promoción de tomas de instalaciones municipales y utilizar desadaptados para causar destrozos contra la fachada y zonas interiores del edificio sede de la Alcaldía, como lo sucedido hace apenas unas ocho semanas, cuando destrozaron el costosísimo frontis de vidrio de la institución.
Con fecha 11 de julio del año en curso, la Alcaldía de Maracaibo fue despojada de sus atribuciones y competencias del servicio de Aseo Urbano y Domiciliario (IMAU), así como de la dirección y administración de una institución emblemática para la ciudad como es el Cuerpo de Bomberos. El TSJ expuso sus razones para determinar la intervención de las dos empresas paramunicipales, entre otras la de “preservar la prestación permanente y oportuna y eficaz de los referidos servicios públicos”.
Y si en realidad hubiese privado el ánimo de resolver el problema del aseo urbano para bienestar de la colectividad, entonces ayuden a la Alcaldía a conseguir los recursos necesarios para los equipos, como camiones compactadores, maquinarias, resolviendo el problema del relleno sanitario y otras trabas que permitan el mejoramiento ostensible de tan importante servicio.
Pero el objetivo es causar daño político; los perjudicados con estas tretas son los pobladores de Maracaibo como beneficiarios del servicio de aseo urbano. La verdad es que si se tratara de lograr la prestación de más eficientes servicios, ya debieran haber intervenido y pasar a manos de la Gobernación a Hidrolago por el desastroso y pésimo desempeño en el manejo de la red de cloacas, colapsadas por todos lados, y el servicio de agua potable que no le llega a más del 60 por ciento de la población.
Pero no. La real intención es sabotear, y en esta tarea el tiro les sale por la culata porque este régimen es rechazado por todos los venezolanos.