Hoy
El régimen entró en agonía, vivimos sus horas finales… se resiste, patalea, hace daño a su alrededor, piensa que puede prolongarla… esperando una recuperación milagrosa. Solo que la agonía además de ser la última etapa de la vida, es también la primera fase de la muerte. Está enfermo de poder, de soberbia, de cinismo, de riqueza fácil. Compuesto por gente improvisada sin formación intelectual sólida, lo que probablemente explica por qué oscilaran hacia el bajo mundo del crimen.
Hoy se evidencia el disfuncionamiento dentro del Estado, yace en una cama moribundo. Los que estaban disfrazados de funcionarios, hoy son percibidos como los que son ¡forajidos! Militares, policías y colectivos son la misma cosa, la institucionalidad no existe más, el mundo entero desconoce sus pretensiones de eternizarse y lo declaran dictadura.
La UE se pronuncia, desconoce la constituyente recién realizada, los 28 Estados miembros, exigen a Maduro suspender la instalación de la misma. Los EEUU acusan, amenazan y actúan, mandaron la primera señal y estamos viendo los resultados. Recordemos a Mussolini colgado cabeza abajo con su mujer, la ejecución expedita y eficaz de los Ceaușescu, Saddam Hussein que lo sacaron de una ratonera para ahorcarlo o al sátrapa libio Gadafi, quien pidió clemencia en vano y terminó empalado.
Cada trozo de país en el que intervinieron lo sometieron a fuerzas encontradas, cada quien, tirando de su lado, Diosdado y sus narco-soles, Padrino y sus negocios, Cilia con sus sobrinos, Ramírez cuidando los capitales de la familia Chávez, los de su suegra y los suyos, José Vicente asegurando su retiro dorado en Chile, el vice El Aissami escondiendo su dinero con testaferros y financiando el Hezbollah. Al final como toda estructura sometida a fuerzas que van en direcciones opuestas y con magnitudes diferentes, sobrepasa las tensiones que puede soportar, por eso se quiebra y se derrumba. Así es como caen las dictaduras.
El Cardenal y arzobispo de Caracas, Jorge Urosa Savino, ya le dio la extremaunción al régimen moribundo, señaló al Gobierno nacional, incluyendo a las Fuerzas Armadas, como los principales responsables de los actos de violencia que se produjeron en Venezuela, durante las elecciones a la ANC. Señaló que tanto el Gobierno, el Alto Mando Militar y los ministros deberán rendirle cuentas a Dios y a las leyes.