Javier
En una íntima reunión, donde solo asistieron los familiares y amigos más cercanos, los restos de Javier Bertel fueron llevados a la Basílica de Nuestra Señora de Chiquinquirá, patrona del humorista, quien en reiteradas oportunidades había declarado su fervor por la Virgen Morena. A aproximadamente a las 9.20 de la mañana, el cuerpo de Bertel llegó escoltado por varios cantantes y chistólogos de la región, entre ellos Ozias Acosta. Además de ser recibido por los servidores de María, quienes hicieron guardia de honor alrededor del féretro.
Nedward Andrede, párroco de la Basílica, fue el encargado de dirigir la misa, donde se destacó el trabajo y la trayectoria del humorista, quien dedicó su vida a hacer reír a su público. Amigos y familiares estuvieron presentes durante los honores. Además de colegas que trabajaron con él en diferentes etapas de su carrera. Al final de la eucaristía, sus amigos e hijo, Javier Bertel Jr. le rindieron homenaje con un popurrí de gaita, entre las que sonaron La elegida, El ferry y Canto a la vida, con la música que en vida entonó.
Luego de la misa, la caravana fúnebre partió con dirección al Cementerio Jardines de la Chinita donde fue sepultado el cuerpo del también periodista y locutor. Entre lágrimas fue despedido uno de los humoristas más queridos del Zulia, quien dejó un legado construido con años de trabajo y esfuerzo.
Últimos días
Hace un par de meses le fue diagnosticado el Síndrome Guillain-Barré, lo que originó que fuera recluido, desde el pasado 1 de julio, en una clínica privada de la capital zuliana por la presunción de un ACV; sin embargo, los médicos tratantes descartaron y lo trasladaron al Hospital General del Sur donde iniciaron el tratamiento y permaneció hasta el pasado jueves cuando murió. La noticia del fallecimiento fue difundida por su hijo, Javier Bertel Jr., a través de las redes sociales.