“En PTJ lo quieren mal poner para tapar su crímen”

Familiares de José Antonio Leal Guzmán, de 26 años, denuncian que un funcionario de la Policía científica apodado el “Meco” y sus compañeros simularon un enfrentamiento para matarlo presuntamente por una pelea de celos por una mujer

Los familiares de José Antonio Leal Guzmán, de 26 años, se acercaron a La Verdad para defender la reputación de su pariente. Tuvo una discusión con un funcionario de la Policía científica apodado el “Meco” y sus compañeros simularon un enfrentamiento para matarlo. “En PTJ lo quieren mal poner para tapar su crimen”, denunció Aladino Leal, padre del occiso.

El hombre recordó que su hijo asistió, el pasado martes, a una fiesta en una de las granjas La Guadalupana. Lo acompañaban cuatro amigos: tres hombres y una mujer. Uno de ellos conocía a la homenajeada de la noche. En el mismo lugar se encontraba el funcionario, quien era la actual pareja de la cumpleañera, la cual es oriunda de Trinidad y Tobago. 

“La joven y José Antonio comenzaron a intercambiar miradas, acto que no pasó desapercibido para el funcionario, quien se alebrestó y a causa de los celos y desató la pelea. En la discusión lo amenazó de muerte”.

Leal recordó que unas 24 horas después, el miércoles 16 de agosto, arribaron unas comisiones a su residencia en la calle 91 con avenida 2B del sector Santa Lucía. Primero llegó un taxi, Chery Orinoco, blanco, sin placa; y una Silverado, azul. De su interior, se bajaron cinco funcionarios de la Policía científica, dos de ellos disparaban al aire, mientras que los otros tres ingresaron de manera violenta a la residencia. 

“Ellos entraron a la casa, lo sacaron del cuarto y lo llevaron a la sala, cuando lo tenían ahí, lo mataron” comentó el entristecido padre. Dos proyectiles atravesaron el pecho de José Antonio. “A mi hijo lo mataron delante de su abuela, su tío, su hermana y su sobrina de apenas tres añitos. A ellos no les importó que había una niña”. 

De la casa desapareció el teléfono del infortunado junto con el de su hermana, dos millones de bolívares de las prestaciones de su tío, 200 dólares  de otro familiar y 50 mil pesos que también pertenecían al occiso. “A él lo apodan “El Meco”, es lo único que sabemos. Queremos que lo busquen y lo investiguen”.