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Su nombre real, Climaco Segundo Uriana Uriana y tenía 34 años. Poseía una identificación falsa para mantener su anonimato y resguardar su seguridad. Era conocido como el “Emi” en el mundo hamponil. Pero cuando lo acribillaron, en un restaurante de la Circunvalación 2, tenía una cédula de identidad con el nombre de Oswaldo José Viloria Faría, detalló un oficial.
En sus investigaciones, la Policía científica corroboró que Uriana no era comerciante, sino un azote Guarero, y en La Raya, en el municipio Guajira, al norte del estado zuliano. Nació en la frontera colombo-venezolana. Aclaró además que no tenía parentesco con las dos mujeres que lo acompañaban en el restaurante.
Uno de los detectives explicó que en el cuerpo detectivesco lo solicitaban por homicidio, sin precisar el número de víctimas, y poseía un antecedente por robo de carros a mano armada.
Las hipótesis de los cuerpos de seguridad se inclinan hacia la venganza. Se presume que una disputa entre bandas por zonas de operación motivó el asesinato.
Los Uriana se negaron a declarar a la prensa, por el contrario se concentraron en conversar con el Eje de Homicidios de la Policía científica para agilizar la entrega del cadáver y poder llevárselo, el mismo día y cuatro horas después del asesinato, a velar en su localidad junto a sus familiares y conocidos.