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La tierra zuliana es cuna de grandes figuras de la medicina. Seres de carne y hueso que con esfuerzo, a veces rayando en el sacrificio, llenaron páginas enteras de la historia regional con su hacer y las luchas libradas en medio de desgarradoras escenas de dolor y sufrimiento humano; cuando no el vivificante llanto de quien abre sus ojos al mundo. Maestros de generaciones y de huellas que dieron significado a la realización humana transfiriendo sus conocimientos a una pléyade de profesionales que enarbolan como bandera las experiencias vividas al calor de la calidad humana y ética médica de estos dadores de esperanza.
El pasado 2 de noviembre, en el contexto del 71 aniversario de la creación de la Facultad de Medicina, se honró la memoria de uno de los padres de la pediatría zuliana, el recordado doctor Marco Tulio Torres Vera, confiriéndose la Orden al Mérito que lleva su nombre y con la cual se reconoce la labor meritoria de los integrantes de la comunidad académica, administrativa y obrera de esa Facultad.
Hablar de un personaje de la talla del doctor Torres Vera es a veces redundante, porque su impronta está marcada en importantes instituciones hospitalarias, científicas y académicas de Venezuela y del exterior. Egresado como médico cirujano de la Universidad del Zulia (1955), una década después obtiene el título de Doctor en Ciencias Médicas. Hace el curso de posgrado en Pediatría en el Hospital de Niños de Maracaibo y de especialista Médico Pediatra en esa misma institución y desde allí inicia el proceso de transformarse en una notoriedad científica que le llevará a obtener reconocimientos de prácticamente todas las sociedades científicas e instituciones académicas y gubernamentales del país, y de sociedades pediátricas de México, Cuba, Chile y la Sociedad Americana de Pediatría.
Reconocimientos que dan cuenta de una productiva vida científica y de servicio. Sus pasos aún resuenan en los pies de sus alumnos en el Hospital de Niños de Maracaibo, maternidades "Dr. Armando Castillo Plaza" (Maracaibo) y “Concepción Palacios (Caracas), Seguros Sociales (Centro Sur) y en los espacios académicos de la Facultad de Medicina, donde fue padrino epónimo de cinco promociones de médicos cirujanos y una de médicos pediatras de la Residencia Universitaria LUZ, Unidad Hospital de Niños de Maracaibo (1988).
En el acto de otorgamiento de tan importante reconocimiento nos fue concedido a la recordada doctora María Guadalupe Núñez, vicerrectora administrativa (2008-2016), de manera póstuma, y a mi persona. El rector y el decano de la Facultad de Medicina recordaron la honestidad, la calidad humana y el compromiso de María Guadalupe con el quehacer académico-científico y administrativo de LUZ. Paz a su alma.