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Condiciones electorales justas. Esta es la exigencia de la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) para el próximo intento de diálogo con el Gobierno nacional, un proceso que desde ya, asoma “los dilemas” de ambos bandos, poniendo en entre dicho los alcances de este nuevo episodio.
Michael Penfold, analista en políticas públicas, expone que de parte y de parte, hay disyuntivas en torno a futuros encuentros. Considera que unos comicios competitivos son “ilusorios” porque el Poder Ejecutivo no estaría dispuesto a ceder, si lo hace perdería. En caso de aceptar, obtendría legitimidad internacional y ganaría terreno para que le levanten las sanciones que tanto, le dificultan pagar la deuda externa. El especialista apunta que las divisiones a lo interno de la alianza opositora ponen en riesgo los acuerdos en el seno de la Asamblea Nacional (AN), único ente avalado mundialmente para aprobar el cumplimiento con los acreedores.
“Resulta más bien evidente que el gobierno, a pesar de las presiones externas, tan sólo aceptará un acuerdo que le permita asegurar elecciones semi-competitivas con inhabilitaciones incluidas (…) El prospecto de unas elecciones competitivas son ilusorias, pero algunas concesiones deberán ser otorgadas para que la comunidad internacional pueda bendecir el proceso (…) El dilema de la negociación es profundo. Si el gobierno le otorga a la oposición lo que pide va a perder electoralmente. Si no cede, tampoco se legitima internacionalmente y las sanciones se vuelven pegajosas”, refiere Penfold en su artículo “Los verdaderos dilemas de la negociación”, publicado en Prodavinci.
Freddy Álvarez, con carrera como embajador de Venezuela en Irak e Israel, aseveró ante este rotativo que el Ejecutivo “está arrinconado”, ya que busca refinanciar la deuda, pero no puede hacerlo mediante la Asamblea Nacional Constituyente (ANC).
El Parlamento es el único ente aprobado por la comunidad internacional.
Indicó que “la oposición no puede pensar que le van a dar todo lo que pide”. La negociación es un ganar-ganar, aunque acentuó que el contexto de la deuda externa junto a las sanciones de Estados Unidos, Canadá, la Unión Europea y el Grupo de Lima, generan las condiciones para que la MUD exija un nuevo Consejo Nacional Electoral (CNE) como punto “indispensable”.
Penfold advirtió que las divisiones de la oposición podrían reflejarse en la AN con “una mayoría simple de diputados pertenecientes a AD, UNT, AP votando con la bancada del PSUV. Este acuerdo dejaría por fuera a VP y PJ (…) El costo político de este tipo de acuerdo parcial sería altísimo y básicamente comprometería la capacidad de cualquier candidato de uno de los polos opositores (sea Ramos, Rosales o Falcón) de ganar la Presidencia sin el apoyo del otro bloque que fue excluido del acuerdo (obligando a López y Capriles a buscar una tercera candidatura que no esté sometida a la inhabilitación)”.
A juicio de Álvarez, indiscutiblemente hay factores que contribuyeron a dividir a la coalición opositora, pero no cree que esto pueda afectar el consenso ante una posible negociación.