
Criptomonedas
La criptomoneda o criptodivisa tiene la particularidad de ser moneda virtual, sin regulación, sin gobierno ni organismo que la controle. Es un entramado de redes descentralizadas digitales, unidas por una cadena de bloques tecnológicos (Blockchain), sujeto al comportamiento impredecible de la oferta y la demanda y en la que el valor de cada unidad (código) varía a cada hora sin regla que la defina.
Sobre esa arena movediza ordena el Gobierno adentrarse en el mercado financiero virtual. Con la creación de Petromoneda se propone “avanzar en materia de soberanía monetaria, para hacer transacciones financieras y para vencer el bloqueo financiero”, asegura el presidente Nicolás Maduro.
Para Edison Morales, economista, la decisión oficial “no tiene ninguna salida creíble”. Y es que Venezuela carece de tecnología y conocimiento para conocer la realidad del mundo de las criptomonedas. Y más cuando hay temores financieros porque “no existe” un organismo que respalde y responda por las operaciones.
“Digamos que participar activamente y tecnológicamente con una moneda virtual necesita mucho conocimiento, porque las transacciones son virtuales y están propensas a muchas cosas. Pueden estar propensas a una estafa porque no hay una ley internacional ni está regulada por los organismos multilaterales y se necesita mucha tecnología”.
Las operaciones mundiales están en aumento. La unidad virtual más renombrada dentro del éxito a destacar es el Bitcoin, que la semana pasada logró ubicarse en 11 mil dólares, con aumento de mil por ciento con respecto a enero, situándose el capital global estimado en 160 mil millones de dólares, casi el 50 por ciento del mercado general de las criptomonedas.
Según la firma financiera JP Morgan, la moneda es un “fraude” incapaz de compararse a un activo, lejos de ser un bien refugio y de sustituir el oro. Coincide con la calificación de Deutsche Bank en “calificarlo de moneda o activo de inversión parece exagerado”.
Obstáculos
Incursionar en la compra y venta de monedas virtuales dentro del territorio nacional requiere de base legal. La Constitución establece que es el bolívar la moneda legal de circulación. El Gobierno deberá reformar y cambiar disposiciones y el BCV será el responsables, pero cómo hacerlo si las criptomoneda no tienen regulación. “Está violando la Ley, aunque algunos analistas dicen que al no ser una moneda de curso legal si puede funcionar al margen del Banco Central”. Lo que deja al descubierto es vulnerabilidad.
Morales explica que grades potencias operan dentro de mundo financiero virtual. China y Rusia tienen garantías en bienes con que responder a las caídas y auge del valor de sus monedas para debilitar al dólar, mientras que Venezuela exhibe venta de minerales, unas reservas comprometidas ya con deudas acumuladas del pasado y una amenaza de default que pone en vitrina la calificación de riesgo país a tope.
El presidente Maduro confía que la Asociación Nacional de Criptomonedas dé con la fórmula para desaparecer el dinero fiduciario, liberar de la dependencia del dólar americano tras las sanciones económicas decretadas por EEUU y lograr importar bienes. Trata de ver cómo salir de la crisis “porque no tiene dólares para financiar importaciones y deuda en 2018”, destaca Morales.
Advierte que será un “fracaso” como Sucre, moneda creada por el Gobierno de Hugo Chávez para hacer transacciones en Latinoamérica con los Gobiernos del bloque sureño. Participar con Petromoneda supone poner en riesgo los bienes tangibles de la nación: petróleo, oro, diamante y gas y exponerse al estímulo que lleva el mercado virtual con “cantidad de liquidez monetaria que puede provocar inflación mundial”.