La vía a Upata y la vía a El Pao han estado cerradas desde el lunes. En el primer tramo, vecinos de comunidades rurales reclaman medicinas anti malaria. En el segundo, piden caja del Clap, agua y gas. Ninguno recibe respuesta
Las vías a Upata y a El Pao, que conducen al municipio Piar en San Félix, estado Bolívar, siguen trancadas desde hace tres días.
Vecinos de Palo Grande, La Victoria, 19 de Abril, entre otras comunidades rurales cerraron la vía a Upata, en ambos sentidos, frente al Centro de Atención Integral de Salud (Casi) Palo Grande, para exigir al Estado que se retome la entrega de medicamentos antimaláricos, que no reciben desde el 29 de diciembre.
En otro extremo, habitantes del barrio Francisca Duarte persisten trancando la vía a El Pao, desde el lunes. Denuncian no recibir la caja de comida del Comité Local de Abastecimiento y Producción (CLAP) desde septiembre de 2017, no tener agua por tuberías, aseo urbano ni venta de gas comunal a precio regulado.
La falta de garantías por parte del Estado en garantizar derechos básicos como la salud y la alimentación, así como servicios urbanos básicos, mantiene incomunicado el municipio Caroní con el sur del estado Bolívar.
La malaria azota
Enfermos y familiares decidieron trancar la vía a Upata, hastiados de no poder luchar contra la malaria o paludismo. “Mi esposo viene de recorrer todos los ambulatorios y en ninguno hay tratamiento. Dijeron que nos lo traían el lunes y fue mentira. Queremos respuestas”, dijo Lismari Romero, habitante de 19 de Abril.
La más reciente víctima mortal del paludismo falleció el 5 de enero. Jesús Gómez, trabajador de Sidor y habitante de Palo Grande, murió en el hospital Dr. Raúl Leoni, de San Félix, cuando se agravó su cuadro simultáneo de malaria y dengue hemorrágico, ambas enfermedades transmitidas por vectores o mosquitos.
Sus vecinos aseguran que la falta de tratamiento influyó, pero en el Cais Palo Grande respondieron que su caso fue atendido con prioridad y le garantizaron tratamiento. “Lo de él fue muy fuerte y por eso murió”, expresó una enfermera consultada en el módulo, que resguardó su identidad, alegando no tener autorización de declarar a la prensa.
“Yo le digo al presidente Maduro, que en vez de dar tantos bonos del Niño Jesús, agarre esos reales para fumigar a las comunidades. Las plagas nos están matando”, señaló Esperanza Rojas, vecina del sector 3 de Palo Grande.
Sin agua ni comida
En Francisca Duarte denunciaron recibir agua por tuberías solo en las viviendas de la calle principal. En las veredas deben arreglárselas con cisternas que cobran el tambor de 200 litros de agua a 30 mil bolívares.
Armando Simoza, habitante afectado, rechazó que la respuesta de Mercal para con el Clap de Francisca Duarte fue no tener comida en stock. “Nos dicen que solo tienen aceite (vegetal) pero ese no es nuestro problema, nosotros necesitamos es comer”, expresó.
“Aquí no hay aseo, aquí no hay asfalto, aquí no cloacas, aquí no hay comida… estamos abandonados y no hay nadie del gobierno que nos brinde solución”, sentenció Michael Martínez, vecino de Francisca Duarte que participó de la tranca.
Ambas protestas este miércoles cumplen tres días consecutivos y hasta los momentos no reciben ninguna respuesta por parte de las autoridades. Desde la gobernación de Bolívar y la Alcaldía de Caroní sostienen que se mantienen concentradas en frenar los saqueos que acechan la ciudad desde el 7 de enero, según reseñó El Pitazo.