Los abuelos de Niusman Viloria Colina, de siete años, hallaron su cadáver, flotaba en el agua. Funcionarios de la Policía científica llegaron al sector La Estrella, en La Cañada de Urdaneta, para levantar el cuerpo
La vida del pequeño Niusman Viloria Colina, de siete años, terminó, ayer martes 30 de enero a las 11.00 de la mañana, cuando cayó en un tanque lleno de agua, de casi cuatro metros de profundidad. Efectivos de la Policía científica adscritos a la subdelegación La Cañada de Urdaneta llegaron al sector La Estrella para levantar el cadáver.
Sentado en uno de los muros rojos que rodea la morgue forense de la Facultad de Medicina de la Universidad del Zulia el padre del niño comentó que recibió la mala noticia a través de una llamada telefónica. Salió del muelle de Pdvsa donde trabajaba y se dirigió a la casa.
Durante el interrogatorio realizado por los detectives los familiares del infortunado dijeron que la bomba de agua sumergible que utilizaban para regar la yuca sembrada en la granja se dañó, por eso habilitaron un tanque de concreto, lo llenaron de agua con la colaboración de un vecino.
Niusman caminó hasta el tanque, sus abuelos y hermanitos extrañaron su ausencia, salieron a buscarlo, flotaba en el agua. Los sabuesos manejan como móvil del deceso la averiguación muerte, esperan por los resultados de la necropsia.