Es evidente que nuestra institución no es ajena a la realidad que vive el país. Como rectora encargada de LUZ, me ha tocado desmentir en reiteradas ocasiones que la institución no ha cerrado ni piensa cerrar sus puertas, mucho menos declararse en paro
El pasado 31 de enero el Consejo Universitario de la Universidad del Zulia (CU-LUZ) emitió un comunicado a la opinión pública nacional e internacional, donde se declara a la institución en una emergencia académica y operativa.
A raíz de este decreto, se ha levantado una ola de rumores en la colectividad, donde se dice que la universidad se declaró en “cierre técnico” o “paro técnico” y medios de comunicación también se han prestado para difundir esta información sin consultar a las autoridades.
Como rectora encargada de LUZ, me ha tocado desmentir en reiteradas ocasiones que la institución no ha cerrado ni piensa cerrar sus puertas, mucho menos declararse en paro. Al contrario, aquí hay un equipo que trabaja para garantizar la prosecución de los estudios de los miles de estudiantes que cursan las carreras en la universidad.
Es evidente que nuestra institución no es ajena a la realidad que vive el país, que desde su fundación hacen 126 años, ha sufrido la asfixia de un presupuesto ínfimo que se va pagando los gastos de personal, las providencias estudiantiles y de funcionamiento, que de acuerdo a lo aprobado por la Oficina de Planificación del Sector Universitario (Opsu) alcanza solo hasta marzo, porque es el 30 % del presupuesto presentado.
También es notorio que la comunidad universitaria, principalmente nuestros estudiantes que son nuestra razón de ser, están pasando por este momento duro y muchas veces no tienen cómo llegar a las aulas de clases, y si lo hacen, llegan sin comida, por lo que tienen que ir al comedor a alimentarse para poder rendir en sus actividades académicas.
Tampoco se puede pasar por alto la renuncia masiva del personal docente, administrativo y obrero que han cruzado las fronteras, buscando un mejor futuro y bienestar que en estos momentos el país no les puede brindar. Muchas veces los empleados no pueden llegar a las oficinas porque no consiguen efectivo para los pasajes o no han comido nada porque tampoco consiguen los alimentos de la cesta básica.
Ante los problemas, se han planteado una serie de propuestas, porque debemos vencer las dificultades y salir adelante. Tenemos muy presente nuestro lema Post Nubila Phoebus (“Después de las nubes, el sol”) y estamos actuando con firmeza, con conocimiento de cómo se maneja una institución universitaria, apegados a la ley enfrentando una situación en Venezuela nunca antes vista y por sobre todas las cosas con Dios como nuestro guía.