Ignacio Ávalos, director del Observatorio Electoral Venezolano, sostiene que con una elección como la planteada no es posible salir de la crisis
Celebrar las elecciones presidenciales y parlamentarias el 22 de abril no es viable si el Consejo Nacional Electoral no rediseña el cronograma en el que trabaja, y que además implique retrasar la fecha de los comicios.
Anibal Sánchez, consultor electoral, explica uno de los ejemplos que impide la contienda para el mes de abril si se cumple con lo establecido en las leyes electorales: “Las postulaciones de candidatos deben hacerse máximo el 27 de febrero; y cuando se trata de un candidato a diputado regional debe presentarla ante la Junta Electoral de su estado; pero resulta que los miembros de esas juntas serán escogidos en un sorteo el 15 de marzo. Eso lo hace inviable”.
Agrega que cuando se trata de la elección de los concejos municipales, los aspirantes deben postularse ante la Junta Municipal Electoral, cuyos miembros también serán escogidos a mediados del próximo mes. “Esto implica que tras la elección de los miembros, viene un proceso de adiestramiento y acreditación, por lo que la inscripción de candidatos debe hacerse lo más pronto para principios de abril y eso hace inviable una megaelección para el 22 de ese mes”.
El presidente Nicolás Maduro solicitó a la Asamblea Nacional Constituyente que adelante las elecciones parlamentarias –que debe celebrarse en 2020- para el 22 de abril, cuando además pide que se efectúen las de los consejos legislativos y de los concejos municipales, ambas rezagadas.
Ignacio Ávalos, director del Observatorio Electoral Venezolano, afirma que no hay forma logística o técnica para que se lleve a cabo la propuesta de megaelecciones.
“En el caso de la elección de la Asamblea Nacional es ilegal pues se estaría cortando el periodo para cual fueron elegidos los diputados, y es decir son inviables estas elecciones a menos que se hagan con una intención política“, manifestó el profesor de la Universidad Central de Venezuela en el programa En Sintonía por Unión Radio.
Señaló el experto, que si de verdad se quiere salir de la crisis por la vía electoral los comicios tienen que ser transparentes, equitativos, con igualdad de condiciones para los competidores. “Una elección mal diseñada, mal pensada y con ventajismo, no resuelve la crisis sino más bien la agrava y va a ocasionar y una devaluación del voto como instrumento institucional para dirimir los conflictos que tenemos, y eso es verdaderamente grave”.
Anibal Sánchez agrega que el oficialismo lo que busca es el efecto carreta a su candidato presidencial, porque en una megaelección como la planteada se tendrán que elegir tres mil 95 cargos y por ende tendrán esa misma cantidad haciendo campaña para su beneficio y probablemente una mayor participación.
Elección compleja
Anibal Sánchez, experto en materia electoral, precisa que una elección en las que se elijan el presidente, diputados nacionales y regionales, más concejales, traduce en que hay tres mil 95 cargos a elegir, cuyos algunos se eligen de formal nominal y otros por lista.
Los electores deben escoger candidatos en tres tarjetones: uno para presidente y diputados de la Asamblea Nacional; el segundo, para diputados regionales y representación indígena, y el tercero para concejales municipales.