España y nuestro país actual

Ojalá y me equivoque, pero se avecinan tiempos muy difíciles.. El PP es la primera fuerza relativa en diputados y tiene mayoría absoluta en el Senado. El sustituto no podrá traspasar de nuevo la línea

Mucho se ha escrito sobre los recientes incidentes ocurridos en el Congreso de los Diputados de España. En todas las direcciones. Para no entrar en especulaciones innecesarias ratificaré mi respeto y amistad de larga data con el expresidente censurado Mariano Rajoy, también la vinculación sostenida desde su origen con el Partido Popular y de antes, con algunos de sus más prominentes dirigentes fundadores. 

Aunque con menor intensidad he sostenido relaciones personales con algunos de los barones del PSOE, en coincidencia plena sobre la necesidad de sostener y defender el esquema democrático establecido por unanimidad en la Constitución aprobada en diciembre de 1978.

Uno de los tantos recuerdos imborrables que conservo se refiere al acto de promulgación de esta Carta Magna. Fui uno de los pocos invitados gracias a la relación con Don Fernando Álvarez de Miranda, presidente del Congreso de los Diputados y yo Presidente de la Cámara de Diputados de Venezuela desde 1975.

Mariano Rajoy ha sido un gran Presidente de España. Le tocó una época muy dura. Superó y corrigió la pésima gestión de J. L. Rodríguez Zapatero, tan de mala fama en su país como en Venezuela. Con las absurdas maniobras de los actuales jefes del PSOE, asume un nuevo y transitorio Presidente. El primero en  hacerlo sin elecciones que le dieran mayoría sólida o circunstancial, gracias a los entendimientos parlamentarios. Es el séptimo. 

Ya veremos la naturaleza de las alianzas que se negocian por debajo de la mesa y sufriremos las consecuencias. Ojalá y me equivoque, pero se avecinan tiempos muy difíciles. El PP es la primera fuerza relativa en diputados y tiene mayoría absoluta en el Senado. El sustituto no podrá traspasar de nuevo la línea. Ni siquiera lo avalan muchos socialistas. Abren muchas interrogantes. Todas preocupantes, incluidos los separatistas catalanes y vascos.

Con relación a Venezuela no tengo mucho que decir que ustedes no conozcan o perciban. Gracias a la dictadura madurista se acelera la destrucción nacional. Aunque nos alegra que algunos detenidos políticos estén en libertad parcial por los condicionamientos a que los dejan sometidos, se trató de una gran farsa. 

Otra estafa cínica para hacer olvidar universalmente el rechazo sufrido el pasado 20-M y el no menos escandaloso fracaso de la “reconversión monetaria” que debió entrar en vigencia hoy, aunque no supiéramos ni el qué ni el cómo.

No hay solución posible mientras este régimen se mantenga. Es el problema mayor que debemos resolver. Por favor, olvidemos lo electoral, al menos por ahora.

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