Sostengo que se trata de un gran circo montado por el régimen y el G2 cubano, experto en estas prácticas totalitarias para distraer a la población y hacerla olvidar de la grave situación de hambruna que estamos viviendo
Qué triste espectáculo el que estamos presenciando los venezolanos con este Gobierno disoluto y corrupto de Nicolás Maduro, que ha fracasado hasta los términos de considerársele un gobierno fallido por no haber satisfecho las expectativas de los venezolanos.
Este cronista se mostró incrédulo desde un primer momento ante las informaciones oficialistas en torno al presunto atentado contra Nicolás Maduro, llevado a efecto el día sábado 4 de agosto cuando se realizaba un acto en homenaje a la Guardia Nacional
Por cierto, a estos zánganos se les olvidó el acto terrorista del 4 de febrero de 1992 cuando comandados por ese brutal asesino de Hugo Chávez, a quien quieren ensalzar como un dios, utilizaron las armas y los equipos militares de la nación para asaltar el poder ocasionando la muerte de cientos de soldados y decenas de civiles inocentes, así como la destrucción de edificios e instalaciones militares con daños multimillonarios a la nación.
Pero más suspicaz y receloso me siento después de la intervención de ayer, en cadena de medios radioeléctricos de Maduro, a través de la cual presentaron unas presuntas pruebas que no son concluyentes y unos supuestos responsables con imágenes difuminadas que hablaban de cómo los habían captado o reclutado para tal acto criminal.
Reverol habló, sin pruebas, de un kilo de C4 en los drones, un material explosivo que de haber sido cierto, la pura onda expansiva hubiera causado numerosas pérdidas de vidas y daños serios a las estructuras cercanas, según lo expresa la literatura sobre el tema.
La mayoría del pueblo venezolano no creyó desde un primer momento en las versiones oficiales, como tampoco aceptó ayer las versiones del presidente Maduro, según el movimiento de las redes sociales que son un espejo de lo que piensa la sociedad venezolana sobre el caso.
Sostengo que se trata de un gran circo montado por el régimen y el G2 cubano, experto en estas prácticas totalitarias para distraer a la población y hacerla olvidar de la grave situación de hambruna que estamos viviendo.
Lo del sábado 4 de agosto fue un gran circo, pero sin pan, porque aquí en Venezuela lo que hay es hambre pareja.
Pero sí ha sido bueno este circo para iniciar una cacería de brujas, como fue lo ejecutado ayer por la ilegal Asamblea Nacional Constituyente, que violando la Constitución y usurpando funciones que son exclusivas de la legítima Asamblea Nacional, allanaron la inmunidad parlamentaria de los diputados Juan Requesens y Julio Borges, como autores intelectuales del presunto magnicidio.