El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, aseguró este martes que el bloqueo a los bienes estatales del gobierno de Venezuela en Estados Unidos es un “robo” y un “ensañamiento brutal” que no debe permitirse, al tiempo que reiteró el apoyo de la isla al mandatario venezolano, Nicolás Maduro
El presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel, aseguró este martes que el bloqueo a los bienes estatales del gobierno de Venezuela en Estados Unidos es un “robo” y un “ensañamiento brutal” que no debe permitirse, al tiempo que reiteró el apoyo de la isla al mandatario venezolano, Nicolás Maduro.
“El Gobierno de los EEUU frustrado ante el valor y la resistencia de la #RevoluciónBolivariana acude ahora cobardemente al bloqueo de los activos venezolanos. Es un despojo, un robo, un ensañamiento brutal que no debemos permitir. Nuestra solidaridad con Maduro y el pueblo chavista”, escribió Díaz-Canel en Twitter.
Cuba, que sufre desde hace más de 60 años un embargo económico y comercial por parte de EE.UU., vuelve a situarse del lado de su aliado y principal valedor en la región, tras el anuncio, el lunes, de nuevas sanciones por parte de la Administración del presidente estadounidense, Donald Trump, que busca aislar a Maduro.
Trump anunció ayer lunes que “todos los bienes e intereses en bienes del Gobierno de Venezuela que se encuentran en Estados Unidos (…) quedan bloqueados y no se pueden transferir, pagar, exportar, retirar o negociar con ellos de otra manera”.
El mandatario dijo haber tomado esta decisión “a la luz de la continua usurpación del poder por parte del ilegítimo régimen” de Nicolás Maduro “y sus colaboradores” y también debido “al intento de socavar la autoridad” del líder opositor Juan Guaidó, reconocido presidente interino por EE.UU. y otros 50 países.
Cuba también ha sido blanco reciente de las presiones de EE.UU., que acusa a la isla de ser “cómplice principal” de Maduro y “copartícipe” de la crisis que sufre ese país suramericano.
Desde su llegada a la Casa Blanca en 2017, Trump ha revertido la política de acercamiento con Cuba impulsada por su antecesor, Barack Obama, quien junto al expresidente cubano Raúl Castro, restableció las relaciones diplomáticas entre ambos países, tras más de medio siglo de enemistad acérrima.
En junio pasado Estados Unidos reforzó las restricciones de viajes a la isla y prohibió las salidas de todo tipo de embarcaciones – incluidos los cruceros- hacia Cuba, que recibió un duro golpe en sus ingresos por turismo, una de los principales motores de la economía isleña.
El Departamento del Tesoro estadounidense anunció en abril sanciones económicas contra 34 cargueros dedicados al transporte de petróleo de Venezuela a Cuba, e impuso sanciones en julio a la empresa estatal Cubametales por importar crudo venezolano.
Dentro del endurecimiento de la política hacia Cuba, la Administración Trump redujo el personal diplomático en su embajada en La Habana debido a misteriosos incidentes de salud aún por explicar y ha activado el título III de la ley Helms-Burton que permite demandas en cortes de ese país por expropiaciones tras 1959.
Las medidas incluyen además la reciente inclusión de la isla en una “lista negra” de países que a juicio de EE.UU. no hacen lo suficiente para combatir el tráfico de personas