El líder cívico opositor Luis Fernando Camacho, otro de los abanderados de las protestas, publicó en Facebook que “no se levantan los bloqueos, no todavía”
Entre varias concentraciones de decenas de bolivianos que salieron a las calles para celebrar la salida de Morales, el expresidente de ese país Carlos Mesa (2003-2005), uno de los impulsores de las manifestaciones, celebró el “fin de la tiranía”.
El líder cívico opositor Luis Fernando Camacho, otro de los abanderados de las protestas, publicó en Facebook que “no se levantan los bloqueos, no todavía” y anunció que se trasladará a su natal Santa Cruz en las próximas horas para dar un mensaje.
El exministro boliviano Carlos Sánchez Berzaín, exiliado en Estados Unidos desde 2003, instó a sus compatriotas a mantenerse unidos ante el “punto de inflexión” que supone la renuncia del “dictador” Evo Morales y abogó volver a una República.
Sánchez Berzaín, que era ministro de Defensa cuando el presidente Gonzalo Sánchez de Lozada renunció en medio de protestas populares encabezadas precisamente por Morales, felicitó al “alentador” movimiento cívico.
Ante este panorama en Bolivia, el Gobierno colombiano pidió este domingo a la Organización de Estados Americanos (OEA) que convoque una reunión urgente de su Consejo Permanente para “buscar soluciones a la compleja situación institucional”.
Perú señaló también que “hace votos” para que dicha transición en se desarrolle en “el marco de la ley”, así como para que se restablezca “la convivencia pacífica”.
Por su parte, el actual presidente brasileño, Jair Bolsonaro, adjudicó a “las denuncias de fraudes” la dimisión de Morales y agregó que la “lección” que deja ese hecho es que los votos “deben ser auditados”.
Eso sí, Bolsonaro rechazó en declaraciones al diario O Globo que los hechos que llevaron a la renuncia de Morales sean considerados como un “golpe de Estado”, ya que esa palabra “se usa mucho cuando la izquierda pierde”, pero no cuando ganan.