A las 6.00 de la tarde del sábado 9 de noviembre se abrieron las puertas frontales y laterales de la iglesia Santa Lucía, dándoles entrada a los maracaiberos, visitantes y feligreses para vivir la experiencia de la Bajada de la santa Mártir
El reencuentro de Santa Lucía con sus asistentes fue acompañado con gaitas, interpretadas por los Gaiteritos de Lucía, mientras la santa descendía de su nicho. La iglesia fue adornada con bellas rosas y telas rojas alusivas a la pasión y devoción que mostró Santa Lucía a Dios.
En esta celebración religiosa estuvieron presentes el alcalde de Maracaibo, Willy Casanova, Tony Boza, director general; Michelle Mendoza, directora de Turismo; César Garrido, director de Seguridad Ciudadana; además del presbítero Rafael Villalobos y Silverio Osorio, entre otros representantes de la Iglesia católica.
El padre Villalobos dijo en la misa que para Santa Lucía lo principal era Jesucristo, por lo que aquellos devotos y hermanos de la santa, deben primero conocer y amar al hijo de Dios, vivir con sus mandamientos, ser buenos cristianos y hacer el bien al prójimo.
Al momento de salir la santa de la iglesia comenzaron los fuegos artificiales, dando inicio a la procesión con un recorrido por la avenida Bella Vista, para luego cruzar por la calle Soledad y pasar por la plaza de Las Muñecas, ahí subieron por la calle San Ramón y tomaron la calle San Félix, para recorrer seis cuadras de la avenida 3C, giraron en la calle 87, bajaron cuadras por la avenida 3A y cruzaron por la calle 89A, hasta llegar nuevamente al templo religioso.
Devoción luciteña
Marilén Faría, una joven de 21 años, quien forma parte de la Sociedad de Santa Lucía desde los ocho años de edad, dijo que estar en esta sociedad es una gran experiencia en su vida. “Desde pequeñita me inculcaron la devoción luciteña, nosotros todos los 13 de cada mes venimos a la iglesia para hacer la novena de Santa Lucía y los gozos, entre otras actividades como reuniones”, detalló.
Por su parte la cristiana evangélica, Elizabeth Viloria, dijo que aunque no comparte las mismas creencias, ella respeta todas las religiones y le encantan estos actos, que también son culturales, pues identifican a los habitantes de su parroquia Santa Lucía. “Yo me crié en la religión católica, desde niña mi madre me traía a esta iglesia, después mi fe se transformó al evangelio, este acto es para todos lo que aquí vivimos”, destacó.
Javier Matos tiene 42 años viviendo en una casa que está justo al frente de la sacristía, lo que le permite conocer sobre los actos religiosos que hace la iglesia. “La Bajada de Santa Lucía es una actividad religiosa que se empezó a hacer cuando llegó el párroco Roberto Morales, esa primera Bajada estuvo llena de expectativas, pues las puertas de la iglesia no se abrían, los devotos empujaron las puertas y cada persona quería ocupar un banco, había muchísima gente adentro y afuera, fue impresionante porque Santa Lucía nunca había bajado de su nicho un día que no fuera el 13 de diciembre”.
Katty Torres, habitante de la parroquia, dijo que comenzó a visitar el templo religioso y a creer en Santa Lucía, luego de que su suegro perdiera la visión, “él es muy devoto y yo lo empecé a acompañar a misa, desde ese momento comencé a creer en ella”.