La senadora opositora de Unión Demócrata activó la línea sucesoria que quedó rota al dejar Morales el poder
La senadora opositora Jeanine Áñez asumió la presidencia interina de Bolivia dos días después de la renuncia de Evo Morales, en una sesión parlamentaria con la ausencia de los representantes del oficialista Movimiento Al Socialismo (MAS).
La senadora de Unión Demócrata activó la línea sucesoria que quedó rota al dejar Morales el poder y con él todos los cargos oficialistas que pudieran sucederle.
Áñez antes de asumir de forma interina la jefatura de Estado fue designada presidenta del Senado, cámara de la que era una de las vicepresidentas.
La Constitución boliviana establece que en ausencia del jefe de Estado asume la Presidencia, en este orden, el vicepresidente del país, el presidente del Senado y el del Congreso. Todos estos cargos renunciaron después de la salida del poder Evo Morales.
La nueva presidenta interina agradeció la confianza ante los “días duros” que se avecinan en Bolivia y reconoció que “no va a ser fácil”, ante una Bolivia que desde las elecciones del 20 de octubre atraviesa una grave crisis política y social, con al menos siete muertos y cientos de heridos.
Jeanine Áñez se comprometió a “convocar elecciones lo más pronto posible. Dios les bendiga, felicidades Bolivia”, exclamó entre gritos de “Bolivia, Bolivia” en el Parlamento.
Áñez es la segunda mujer en la presidencia de Bolivia, después de Lidia Gueiler Tejada, ya fallecida, entre 1979 a 1980.