
Una de las principales innovaciones del implante es su seguridad, factor extremadamente importante y de primer orden
La obesidad es una enfermedad ampliamente extendida en nuestra sociedad que afecta a más de un 20% de la población en mayor o menor medida, sin embargo, gracias a los avances tecnológicos de los últimos años, se puede tratar con formas novedosas para terminar con ella.
En efecto, tras un largo estudio, se ha creado un implante que se sitúa en el estómago, que, no necesita ningún tipo de cirugía para su colocación. Esta técnica revolucionaria se presenta ahora, como la esperanza de miles de personas.
Un sistema de control del apetito
El sistema consiste en una pequeña caja que contiene una batería recargable (controlada por un control remoto externo) y electrodos colocados en el abdomen. ¿Cómo funciona? Envía sutiles descargas a través de un sistema de láser al nervio que controla las sensaciones de hambre o saciedad al cerebro. Los impulsos permiten así controlar el apetito, por lo tanto, comer con menos frecuencia y en cantidades limitadas. En efecto, el mecanismo hace que el paciente tenga durante un periodo de tiempo más alargado una sensación de saciedad y por lo tanto disminuyen sus ganas de ingerir alimentos, lo que se traduce entonces por una notoria pérdida de peso.
Un implante seguro y fácil de colocar
Sin lugar a dudas, una de las principales innovaciones del implante es su seguridad, factor extremadamente importante y de primer orden. En efecto, se trata de un implante que en ningún caso necesita una instalación por vía quirúrgica por lo que su uso es completamente seguro e inocuo.
Por otro lado es extremadamente fácil de instalar y de retirar por lo que el paciente podrá decidir en todo momento qué uso quiere hacer con el dispositivo. Las agencias de salud y bienestar Americanas y Europeas ya han aprobado su uso y los resultados entre los pacientes es todo un éxito. Numerosos estudios como el publicado en la revista científica ACS Publications han validado su seguridad y eficacia.
La solución de un problema de salud pública
La comercialización del producto es un respiro de aire fresco para las administraciones pues puede convertirse en la solución de un problema persistente de salud pública.
En efecto, cada año el número de personas que sufren obesidad en nuestro país no deja de aumentar y, este dispositivo parece ser la solución. Con su método innovador, crea una forma de perder el peso no estresante para el usuario ya que al controlar el apetito no se generan los brotes de estrés ligados a las dietas en los que el usuario no puede comer pero si tiene hambre.
Probado tanto en animales como en humanos
El producto ya ha sido ampliamente probado en animales y pacientes de prueba, para asegurar su seguridad. En las extensas sesiones de control, los pacientes notificaron que el único efecto adverso que notaron, (solo un 10% de los mismos) fueron náuseas de tipo medio con una duración inferior a dos horas. Por lo que se trata de un producto altamente seguro con efectos secundarios extremadamente limitados lo que hace que un gran número de usuarios puedan potencialmente hacer uso del mismo y perder exceso de peso.
Por otro lado, al no necesitar ningún tipo de cirugía ni operación se reducen los efectos secundarios ligados a un procedimiento hospitalario como pueden ser los meses de recuperación y la sanación.
Este punto es especialmente importante ya que el cliente puede empezar a disfrutar los resultados del dispositivo desde el momento en el que comienza a hacer uso de su implante sin tener que alterar su rutina o forma de vida.
Crédito de la imagen: https://www.consultafit.com/
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