El marabino jugó durante 18 temporadas en las Grandes Ligas, siendo uno de los mejores campocortos del mundo y el máximo exponente del beisbol en Venezuela
El béisbol se practica profesionalmente en Venezuela desde 1946, convirtiéndose en el deporte rey en la nación. Desde entonces, más de 450 criollos de todos los rincones del país llegaron a las Grandes Ligas para demostrar su talento e intentar llegar a lo más alto.
Sin embargo, el marabino Luis Ernesto Aparicio Montiel tiene el privilegio de ser el único venezolano, hasta la fecha, en tener una placa con su nombre exhibido en el Salón de la Fama del Béisbol en Cooperstown, Nueva York. El mayor honor recibido en las Mayores.
El nacido en Santa Lucía, el 29 de abril de 1934, es uno de los 333 peloteros exaltados como mejor jugador en la historia de las Grandes Ligas, premiación que se realiza desde 1936.
El hijo de Luis Aparicio “El Grande” recibió dicho honor en 1984, cuando fue reconocido por sus 18 años de carrera en la Gran Carpa gracias a sus actuaciones como campocorto con Chicago White Sox (1956-1962 y 1968-1970), Orioles de Baltimore (1963-1967) y Boston Red Sox (1971-1973).
Para el año en que fue premiado, Aparicio era el cuarto jugador latino en conseguir el más alto honor en el big show, solo precedido por el puertorriqueño Roberto Clemente (1973), el cubano Martín Dihigo (1977) y el dominicano Juan Marichal (1983). Hasta el momento solo hay 18 latinos.
“Hubo momentos de decepción y frustración, pero mi amor por este gran juego de béisbol fue más fuerte que los obstáculos. Sin embargo, el Salón de la Fama para mí era solo un sueño lejano (…), es por eso que estar entre los mejores jugadores en la historia del béisbol tiene un significado más grande de lo que las palabras puedan expresar”, dijo el Luis Aparicio durante su discurso al recibir la placa.
Inicios y galardones en las Mayores
El héroe del deporte nacional de 89 años inició su carrera profesional el 18 de noviembre de 1953, en Maracaibo, jugando para los Gavilanes en un partido contra Pastora, momento en el que “El Grande” le dio su guante y bate para jugar al “Júnior” para iniciar su ciclo profesional, luego de ser el bat boy del equipo.
Augusto Cárdenas, periodista deportivo y biógrafo oficial del pelotero criollo, relató, en entrevista para el Diario La Verdad que Alfonso “Chico” Carrasquel “tuvo mucho que ver con la llegada de Aparicio a las Mayores”.
Cárdenas aseguró que el también beisbolista “fue el mentor de Aparicio, prácticamente fue él quien lo llevó a las Grandes Ligas”, añadiendo que “Chico” hizo lo posible para que los White Sox de Chicago, equipo donde jugaba, le dieran una oportunidad a la joven promesa.
Sobre esto, el biógrafo contó que, tras dos años en las ligas menores, “Chicago decide transferir a Carrasquel, único latino en participar en un Juego de las Estrellas para ese entonces, a los Indios de Cleveland, para darle su posición a Aparicio”.
Este hecho molestó a “Chico”. Sin embargo, “no afectó en lo absoluto la relación de ambos”, dijo Cárdenas, pues Carrasquel también convenció al “Jr.” de quedarse en Estados Unidos cuando “quería renunciar por extrañar su casa y a su familia”. Ambos se vieron de nuevo en el debut de Aparicio en el partido entre Chicago contra Cleveland en 1956, esta vez como rivales.
Se estrenó con el dorsal 11, número que usaría durante toda su carrera y lo convertiría en leyenda. En su primera temporada ganó el Novato del Año de la Liga Americana, único latino en alzarse con el galardón hasta ese momento, demostrando su potencial.
En 1959 ganó su primera Serie Mundial con Chicago y, posteriormente, formó parte de la “generación dorada” de los Orioles de Baltimore de 1966, año en que el equipo se coronó campeón de la Serie Mundial por primera vez en su historia, siendo la segunda para el zuliano.
Durante su trayectoria en las Mayores, el marabino conquistó 9 Guantes de Oro, cinco de ellos consecutivos (1958-1962), y tuvo el récord del shortstop con más juegos disputados en Estados Unidos con 2.581, superado en 2008 por su compatriota Oswaldo Guillén.
Aparicio es el dueño absoluto de la marca de asistencias de por vida por un campocorto de la Liga Americana con 8.016, y posee el récord de mayor número de lances para un shortstop con 12.564. Además, lideró en 7 oportunidades el título de mejor parador en corto.
Otro de los logros del luciteño fue el del jugador con mayor cantidad de bases robadas en la Liga durante 9 años consecutivos, logrando 506 bases robadas en su carrera en Estados Unidos. A su vez, fue el primer venezolano en participar en la Serie Mundial y en 10 Juegos de las Estrellas.
Pelotero y mánager en Venezuela
Luis Aparicio no solo fue un gigante del béisbol en las Grandes Ligas, también demostró todo su talento en Venezuela durante más de 20 temporadas.
Cárdenas reveló en su libro biográfico “Mi Historia”, que el marabino se consagró como Novato del Año tras su debut con Gavilanes en 1953 y jugó varios años con Rapiños, ambos equipos pertenecientes a la extinta Liga Occidental, como se denominó al torneo zuliano.
También vistió los colores de los Leones del Caracas, Industriales de Valencia, Cardenales de Lara, Águilas del Zulia y Tiburones de La Guaira, siendo este último donde “marcó la historia del equipo”, según el biógrafo.
Augusto Cárdenas reveló que el marabino “convierte a Tiburones en campeón por primera vez en su historia. Él transformó al equipo y también ayudó a traer a grandes peloteros y a descubrir talentos, como a Enzo Hernández. Por eso Aparicio está más identificado con La Guaira”.
“Luisito” vistió los colores de las Águilas del Zulia en 1969, poco después de que fue fundado el equipo rapaz, acompañando a su padre y a “Chico” Carrasquel en el cuerpo técnico, pues ocupó el rol de mánager-jugador tras su llegada, cosa que también hizo un año antes con los Tiburones.
Tras desempeñar los mismos cargos con Cardenales de Lara desde 1972 hasta 1974, regresó al Zulia para disputar su última temporada como jugador, finalizando ese mismo año, antes de la postemporada, en su último encuentro profesional ante los larenses.
Posterior a esto, se dedicó a tiempo completo como mánager con las Águilas hasta 1978, comandando después a los Navegantes del Magallanes, a La Guaira y a Petroleros de Cabimas. “Su último año en el béisbol fue en la 94-95 como técnico interino en Tiburones, dirigiendo los últimos 10 juegos de esa temporada”, dijo el periodista deportivo.
Como jugador en el país, Luis Aparicio obtuvo el galardón de Atleta del Año en cinco ocasiones, también fue elegido por el Círculo de Periodistas Deportivos como Pelotero del Año en cinco oportunidades.
Día y Premio Luis Aparicio
Gracias a su exitosa carrera en el béisbol nacional e internacional, la LVBP creó el Premio Luis Aparicio en 2004, avalado por la MLB, para reconocer anualmente al mejor jugador venezolano en las Grandes Ligas.
Dicho galardón se entrega cada 18 de noviembre, fecha en que se celebra el Día de la Virgen de Nuestra Señora del Rosario de Chiquinquirá, el cual coincide también con el debut del marabino en un partido oficial en Venezuela, vistiendo los colores de Gavilanes en 1953, acontecimiento que cumplirá 70 años en 2023.
Además, el Consejo Legislativo y la Alcaldía de Maracaibo, junto a la Gobernación del Zulia, decretaron en 2009 que cada 11 de noviembre será conocido en la región como el Día de Luis Aparicio Montiel, para exaltar la fecha con el número que usó durante toda su carrera (día 11, mes 11).
Durante la ceremonia del decreto, Juan Vené, famoso periodista deportivo venezolano, le dijo a Aparicio: “Si ‘El Grande’ fue tu padre, pues tú eres ‘El Inmenso'”, vanagloriando todas las hazañas del nacido en Santa Lucía durante sus años en la pelota nacional e internacional.
Hasta el momento, ningún otro criollo ha alcanzado la gloria de anotar su nombre en Cooperstown, para hacerle compañía al marabino Luis Ernesto Aparicio Montiel, primer y único venezolano en llegar al Salón de la Fama de las Grandes Ligas.
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diciembre 8, 2024
