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Después de tres años, finalmente la actriz estadounidense Lindsay Lohan cumplió con los trabajos de servicio comunitario a los que fue sentenciada por un accidente automovilístico que protagonizó en 2012.
En marzo de 2013, la protagonista de “Chicas Pesadas” fue condenada a cumplir 240 horas de actividades al servicio de la comunidad por conducir de forma peligrosa, y mentir a la policía tras el percance automovilístico que tuvo el 8 de junio de 2012 en Santa Mónica.
Tras el choque, Lohan dijo a los oficiales que viajaba como copiloto, pero la investigación determinó que conducía el vehículo.
La justicia estadounidense también le impuso permanecer 90 días ingresada en un centro de rehabilitación y seguir un tratamiento psiquiátrico durante 18 de los 24 meses de su libertad condicional.
Pero Terry White, fiscal adjunto de Santa Mónica, puso en duda en febrero que la artista estuviera cumpliendo con su condena, por lo que decidió agregarle otras 125 horas de trabajos comunitarios y ampliar hasta el 28 de mayo su libertad condicional.
“Creo que ha completado de forma exitosa sus obligaciones comunitarias impuestas por la corte”, aseguró White.
La actriz ha estado colaborando con niños del barrio neoyorquino de Brooklyn, según se pudo ver en imágenes que ha expuesto en sus redes sociales en las últimas semanas.