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Sábado 13 de junio de 2015 en la capital haitiana, un encuentro sorpresivo protagonizado por el presidente de ese país Michele Martelly; el presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, Diosdado Cabello; la Canciller venezolana Delcy Rodríguez; el consejero del Departamento de Estado de los EEUU, Thomas Shanon; la embajadora de EEUU en Haití, Pamela White y el Coordinador de este Departamento de Estado, Tomas Adams, constituyó un evento de extraordinaria significación que evidencia la intención directa y fulminante del presidente Obama, de divorciarse de la comidilla y rumores extraoficiales referidas a Diosdado Cabello.
No es otra la interpretación en el contexto mundial, signado con unas incidencias inciertas acerca de la actuación indebida o delictiva de Cabello. Sería inconcebible pensar que una reunión de ese calibre diplomático que involucró a personalidades resaltantes de tres países, incluido el perseguido número uno del narcotráfico mundial, se diera sin la aprobación o recomendación de los órganos de investigación criminal americanos y por ende el Departamento de Justicia y sus policías afiliadas.
Ese súbito encuentro reivindica a Cabello ante el mundo y en eso hemos insistido. No tenemos intención lisonjera, ni interesada en lo que pueda ser o no ser Diosdado. Nos preocupa que el afán político conlleve a conductas perversas, en las cuales él mismo ha incurrido, tanto desde su cargo legislativo como en sus alocuciones televisivas. Esa desconcertante Cumbre, sorprendió a muchos; atónitos contemplan cómo el “acusado” llegó intacto a Haití y también a Brasil, sin que ninguna autoridad le obstruyera su paso.
¿Será que EEUU, cambia de rumbo y acepta otro sucesor, al no tener elementos de pruebas en contra de Cabello y reconocer que es el poseedor del bastón de mando efectivo? Venezuela, inmersa en un desfase intelectual, agoniza en todos los quehaceres y todo es posible; en todo caso, ese “hombre fuerte”, no puede desligarse de las circunstancias y a cambio de lo sucedido en Haití, algo habrá negociado y tendrá que cumplirlo. Sabe que vamos o ya estamos en el abismo y el Gobierno tambalea. ¿Podrá Cabello aportar algo en estas condiciones?