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San Francisco fue inspiración nuevamente para el papa Francisco. Ayer se anunció la segunda encíclica del sumo pontífice, la primera que hace solo. Ubaldo Santana, arzobispo de Maracaibo, anunció la publicación del documento religioso de 191 páginas titulado Laudato si' (Alabado seas). Monseñor explicó que fue hecha el 24 de mayo, día de Pentecostés y toma su nombre del inicio del cántico de las criaturas de San Francisco. "El Papa no recoge por entero el cántico de las criaturas pero señala en una parte de su introducción que su nombre lo llevó a interesarse por la síntesis que constituía la vida de Francisco, su amor por la naturaleza, los pobres y su descubrimiento de la verdadera paz interior".
Dedicada a la protección del medioambiente, el documento está destinado a sacudir a todos. "Por lo general las encíclicas están destinadas a los fieles, a las hermanas, los padres, pero esta vez no. Es para quien quiera escuchar". El pontífice se enfrenta a las empresas petroleras y pide a los ciudadanos un cambio de vida para impedir que "la tierra, nuestra casa, se transforme en un inmenso depósito de inmundicias".
Casa
"La encíclica nos recuerda que esta tierra es una casa común como Francisco la llama, es una hermana nuestra, incluso una madre. Nosotros mismos somos tierra y nuestro propio cuerpo es un microcosmos de todos los elementos que conforma el planeta. Esta hermana protesta, dice el Papa, por el daño que le estamos haciendo por el uso irresponsable y el abuso de los bienes que Dios ha puesto en ella", agregó monseñor.
El segundo documento del Papá hace que sea catalogado como visionario y profeta en la conservación ambiental. "Habla sobre la conversión ecológica global, y se desarrolla en ejes fundamentales, uno de estos es el diálogo. No se trata de una encíclica sobre el diálogo, sino en diálogo". En cada uno de los capítulos va hacia las raíces de la situación actual en el mundo desde el punto de vista ecológico y deja clara las bases que deberían considerarse para que se tenga un futuro saludable.
En la región
Pablo Emilio Colmenares, presidente de Aclama, también estuvo durante la presentación. Hizo un diagnóstico de la realidad zuliana. "No solamente hay un deterioro ambiental correspondiente a la naturaleza, sino también en el ser humano. Nuestro ambiente y las personas involucradas han perdido oportunidades de ir mejorando, por eso la encíclica cae muy bien en este sentido. En el país hay un proceso de deterioro progresivo ambiental y territorial, tenemos la mínima capacidad de producción. Notamos que nuestras tierras han ido deteriorándose. La disposición de los desechos es el problema número uno no solo en el Zulia, sino en toda la república".
La ecología debería ser tomada en cuenta, a tal punto de crear un partido político que tenga un lema verde, asegura Ángel Lombardi, rector de la Unica. "El Zulia es afectado fundamentalmente por políticas que nosotros nunca hemos tenido nada que ver. Por ejemplo, la actividad petrolera fue controlada en primer momento por el Gobierno central y nunca se consultó al Zulia para tomar decisiones ni su impacto ambiental".