Haití y Dominicana

EEUU se apoderó en 1915 de Haití hasta 1934, dejándola luego a su suerte. Los haitianos, traspasan desde su país la frontera con República Dominicana

Los haitianos traspasan desde su país, la frontera con República Dominicana y lo hacen ejerciendo un derecho humano fundamental: el de la subsistencia; anhelando tener un mendrugo de pan, unas gotas de agua potable, algo de ropa y quizás un techo donde descansar. La prevalencia de la existencia humana, opaca, cercena las fronteras y hasta la mal interpretada “Soberanía”; expresión que los dominicanos manipulan para reprimir legal y materialmente a una raza sufrida. Nadie puede detener el ímpetu de quienes, en un estado de necesidad masivo, imploran respeto a su dignidad, aunque, se les martirice por lo oscuro de su piel.

Esta realidad obscena, se está viviendo en todos los Continentes, incluyendo América. Hablar de Haití es desempolvar una historia de libertad; de un país, como caso único en el mundo, que consiguió a partir de la rebelión de sus esclavos, no solo expulsar al colonizador y aberrado “amo” francés, sino que además sentaron el precedente original de tan extraordinaria hazaña. Además irradiaron libertad, después de EEUU fueron los primeros en liberarse del yugo colonial. A Venezuela la ayudaron a formar un ejército en plena guerra de independencia, aportándole tropas y armas a Bolívar.

Lamentablemente, han pagado cara su libertad. Sus errores de exceso de racismo los llevó a expulsar luego de su independencia, a todos los blancos y pasaron desde una monarquía a dictadores criminales, logrando establecer entre altos y bajos, falsas democracias. Coetáneamente en lo económico, el desorden de la tala y quema para uso domestico, ha extinguido el 98 por ciento de sus recursos forestales y destrucción de sus suelos fértiles. Y como si fuera poco, la naturaleza, con terremotos, huracanes e inundaciones, ha arrasado con la economía y causado ciento de miles de muertos. EEUU se apoderó en 1915 de Haití hasta 1934, dejándola luego a su suerte.

Dominicana y el mundo; la Europa, imperialista y Venezuela, están en deuda humanitaria con el pueblo haitiano. Esos vecinos, que comparten la isla La Española, se deben entre sí actos de solidaridad, no de represión, ni de verborrea seudo diplomáticas. Reprimir a un pueblo desesperado, es peligroso. Fueron esclavos, ya no lo son. Su condición de seres humanos, hijos de Dios, los homologan a todos los hombres y mujeres del mundo. No se equivoquen.

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