Las familias denuncian que todavía hay dos desaparecidos. Las hombres residen en el sector Santa Bárbara del municipio Baralt
Baralt. A Daifre José Ontiveros y Éndrick Jesús Salas Perozo, ambos de 15 años y Luis Ángel Arteaga Sierra (17), los hallaron en una trilla en Sabana Perdía, sector Aguas Negras, en Baralt, limítrofe con Trujillo, la tarde del domingo. Fue el sitio de liberación que escogieron los homicidas. Los cadáveres presentaron signos de tortura y heridas de bala.
La última en verlo con vida fue Roxana, prima de Éndrick. Todos estaban en EL funeral de Ricardo Luis Rodríguez, de 35 años, a quien asesinaron junto a otro amigo, apodado el “Puchi”, la madrugada del sábado mientras jugaba billar. Era el hijo de una de sus vecinas.
Fuentes ligadas a la investigación informaron que al trío los recogió un vehículo en distintos puntos y que integraban la banda Los Viatas, que se dedica al robo de ganado, hurto de bombas sumergibles y cobro de vacunas. Descartan los rumores de que los sacaron a la fuerza del funeral del amigo.
Los vecinos informaron que hay otros dos desaparecidos. “Son mayores de edad. Los conocemos de vista. No sabemos sus nombres”. La Policía de la zona no tiene denuncias sobre las desapariciones forzosas en Baralt.
En defensa
Belkis Salas asegura que su sobrino Éndrick era un buen muchacho. “Desconocemos quién tenía intenciones de asesinar a unos muchachos que empezaban a vivir. Exigimos justicia y que el Gobierno (policías) investiguen el hecho y quién lo cometió”.
Junto a Belkis estaba María Elena Ontiveros. Ambas aguardaban en la Policía científica en Ciudad Ojeda. La afligida mujer afirmó que Daifre era el segundo de sus seis hijos, aun cuando era el hijo de su hermana.
“Yo lo crié. Era mi hijo. Me duele cómo me lo mataron. Lo arrastraron como un animal. Le arrancaron la piel de los brazos y de las piernas. También le pegaron unos tiros. Esto es doloroso. Quiero saber quién lo mató. Esto fue una confusión”.
Ambas mujeres coincidieron que la zona no cuenta con presencia policial y que es visitado por delincuentes de otras zonas.