Los venezolanos debemos ver la venidera elección con optimismo y confianza. Entramos en la primera fase oficial del proceso para elegir a la nueva AN
Entramos en la primera fase oficial del proceso para elegir a la nueva AN con la postulación de los candidatos a diputados al Parlamento. Tanto el oficialismo como la oposición han culminado la selección de los nombres que serán sometidos al veredicto del electorado.
En la MUD (oposición) existe un especial optimismo en que los resultados del 6-D les serán favorables y lo fundamentan en la certeza que tienen en el disgusto y malestar que existe entre los venezolanos por el deterioro de la economía del país, la cada vez mayor inseguridad, el desempleo que se pretende ocultar pero que en la calle se percibe otra realidad, el desabastecimiento, la especulación y la carestía de los alimentos, factores estos que han provocado un estado de frustración, de malestar y engaño en la población que considera como responsable de tal situación al Gobierno nacional.
Se impone según lo reflejan las tendencias de las encuestas, la necesidad de un cambio en la vida democrática del país, el que se iniciaría con la elección de una nueva AN de la cual se derivará una composición muy distinta a la actual en la que el Gobierno al parecer no tendrá la mayoría de que hoy goza. Logrado dicho propósito eso provocará que se genere un equilibrio político que beneficie la funcionabilidad de ese ente legislativo y desde donde se protagonizará el proceso del rescate institucional y se impulsará el restablecimiento de sus más importantes competencias, como son las de legislar y la de servir de control del poder público nacional entendido por este el Ejecutivo, judicial y electoral que producirían en consecuencia la ruptura de la polarización política en buena parte causante de la crisis que estamos viviendo.
Los venezolanos debemos ver la venidera elección con optimismo y confianza; acudiendo a votar estaremos activando el único mecanismo de que disponemos como pueblo elector, votar conscientemente para elegir a quienes nos representarán y más adelante nos gobernarán. Ese es el único camino no hay otro, es nuestro deber y obligación; el 6-D daremos inicio a la búsqueda de un nuevo país más democrático donde se respeten los derechos ciudadanos e impere una justicia verdadera y podamos vivir en armonía, tolerancia y paz. Todo ello es posible si así lo queremos.