No hay toldas nacionales en esta división, pues Marea Socialista –una coalición de disidentes del madurismo– no fue legalizada como partido por el Consejo Nacional Electoral
Caracas. El Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) tiene un mérito en esta elección, logró los acuerdos necesarios con los principales grupos aliados para evitar los candidatos paralelos fuera del Polo Patriótico. Sin embargo, hay individualidades descontentas con la gestión de Nicolás Maduro y Diosdado Cabello, que han decidido abrir otros senderos, y caminar en solitario hacia los comicios del 6 de diciembre.
No hay toldas nacionales en esta división, pues Marea Socialista –una coalición de disidentes del madurismo– no fue legalizada como partido por el Consejo Nacional Electoral. La decisión fue apelada ante la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia, pero, aunque fue admitido el recurso, a la fecha no han tenido la primera audiencia para comenzar a dirimir el conflicto.
Lo que buscó Marea sin tarjeta fue convertirse entonces en una plataforma nacional que agrupara a los descontentos. Nicmer Evans, vocero principal de la corriente chavista, explica que en sus listas no hay figuras mediáticas, sino “líderes que vienen de la base del chavismo, que hemos escogido en asambleas por circuitos”. Ninguno es, en consecuencia, importado de otro estado.
Cosa de tarjeta
El problema que tiene el partido de Evans es que, al no ser legalizados por el CNE, han debido pactar con organizaciones regionales para utilizar su tarjeta. Por eso, aunque dicen tener 70 por ciento de la maqueta completa de candidatos a nivel nacional, solo postularían en los estados Táchira, Trujillo, Guárico, Mérida, Falcón y Bolívar. “Allí hemos logrado algunos convenios”.
El propio Evans dice que decidió no participar para preservarse “como una figura que va a permitir enlazar a nivel nacional a todos estos aspirantes”. Afirma que la fuga de militantes de base del PSUV ocurrió después de las elecciones primarias de la tolda de Gobierno, cuando grupos descontentos comenzaron a contactarlos.
Incluso, afirma Evans, grupos cercanos a la oposición -como el MAS- pretendió crear puentes con Marea Socialista. “Hemos mantenido un diálogo cordial, pero no hemos aceptado acuerdos por principios ideológicos”, dice.