La OLP es un pote de humo

La OLP que se conocía, era una organización nacida en los años 80 para liberar a un pueblo que nunca tuvo territorio definido, cuyo líder principal fue Yasser Arafat

Siempre he criticado a los gobiernos constructivamente, contra las malas políticas, desarrollos absurdos y ofensivos en contra de la libertad y la felicidad del pueblo; ejecutados mediante la propaganda mediática, abusiva y la represión violenta; con un discurso sofista y demagogo; contra la persecución de la disidencia con la acción de bandas armadas, constituidas por delincuentes, incluyendo mercenarios y sicarios.

La OLP que se conocía, era una organización nacida en los años 80 para liberar a un pueblo que nunca tuvo territorio definido, cuyo líder principal fue Yasser Arafat, siendo su “slogan”: Organización para la Liberación de Palestina. Sus problemas  eran: despojar a los israelíes del territorio ocupado por ellos en 1967 (Cisjordania y Gaza), después de la guerra de los siete días y la negativa del mundo árabe de compartir y firmar un acuerdo de paz  entre dos pueblos (Israel y Palestina). La figura mas destacada en este enfrentamiento de nacionalismo árabe fue Abdel Nasser, motivado de estas supuestas épicas, el mundo árabe se derivó en feudalismos, monarquías y gobiernos dictatoriales mas lejos que nunca de su objetivo unificador. 

En Venezuela por diversas causas y poco consenso planteado y promovido por el propio Gobierno, se ha intensificado un proyecto de salvación contra un enemigo que no existe. Ahora  emprende una nueva cortina de humo llamada OLP (Operación Liberación del Pueblo). Pero, ¿liberarlo de qué?, ¿no es la falta de fuentes de trabajo las que desarrollan situaciones adversas a la sociedad?; ¿liberar al pueblo de quién? ,  ¿no es del mismo pueblo agobiado por la escasez y el desabastecimiento, a causa del control de cambios y la regulación de precios? 

Si verdaderamente quieren liberar al pueblo de algo sería devolverle a sus propietarios los bienes de producción expropiados que generaban fuentes de trabajo, devolverle los puertos y lo aeropuertos a las Gobernaciones, oficialistas o no. Lo peor para el Gobierno es que queriendo aparentar un enemigo inexistente, se acusa él mismo; porque quien custodia las fronteras y tiene el deber de salvaguardar al pueblo de la delincuencia y la corrupción es el propio Gobierno y nadie más.

Visited 1 times, 1 visit(s) today