La Guajira

Los combustibles que al efecto son subsidiados, son una guillotina económica que generan fortunas diarias a los grandes financistas y traficantes, que por cierto, no son guajiros

El contrabando ha sido históricamente  el ingreso económico determinante en la Guajira. Y ha sido de doble vía. En la actualidad, el flujo mayoritario es de Venezuela a Colombia, aprovechando la mísera cotización del bolívar frente al peso, pero sobre todo los valores irreales de los productos subsidiados por el Estado venezolano, en su mayoría de primera necesidad y que las autoridades de ambos países en un desenfreno de corrupción han llevado a su máxima capacidad.

El hampa binacional nos ha lesionado con los centenares de miles de automóviles robados en Venezuela, los cuales nunca fueron devueltos y que circulan libremente en Colombia. Recordemos el tráfico de drogas y las bandas criminales que en esa zona irrumpen en nuestro suelo. Por supuesto, todo ante la actitud connivente de las autoridades de ambos países. 

La etnia wayúu, es víctima del abandono histórico de la godarria colombiana que ha gobernado y gobierna a ese país. Han transferido solapadamente sus obligaciones de atención de todo tipo a nuestro país, volcando todos los problemas de alimentación y asistencia médica a Venezuela.

A estas alturas de las tensas relaciones, el aspecto energético y alimenticio, desborda la capacidad de aportante, de un país en crisis como el nuestro. Los combustibles que al efecto son subsidiados, son una guillotina económica que generan fortunas diarias a los grandes financistas y traficantes, que por cierto, no son goajiros. El Gobierno venezolano sabe más de lo que dice y la prueba está en las noticias escandalosas de los buques de PDVSA que llevan en sus tanques cantidades no registradas, destinadas al gran contrabando.

El Estado de Excepción será positivo, solo si se perfecciona una verdadera “revolución” fronteriza, cosa que dudamos, ante la patética confesión del Ministro de la Seguridad del país, quien señaló: “Vigilaremos a quienes vigilan la frontera”. A confesión de parte, relevo de pruebas. Las partes involucradas tienen una total responsabilidad en ese caos fronterizo de la Guajira, preñado de delincuencia de todo tipo, de impunidad y complicidad. Y recordemos, lo del combustible se agravó cuando Chávez legalizó su contrabando de extracción, mediante la constitución de Cooperativas para “exportar” combustible a Colombia, contrariando las Disposiciones Legales y Constitucionales. Quien siembra vientos recoge tempestades.

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