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El papa Francisco pidió hoy la “total prohibición” del armamento nuclear y dijo que la “amenaza de destrucción mutua” constituye un “fraude a toda la construcción de Naciones Unidas”, en cuya sede pronunció un discurso.
La existencia de una ética y un derecho basados en esa amenaza harían en la práctica que la ONU pasara a ser las “Naciones unidas por el miedo y la desconfianza”.
El argentino Jorge Mario Bergoglio, primer papa latinoamericano, dijo que la tendencia a la proliferación de armas de destrucción masiva como las nucleares “niega” las afirmaciones contenidas en el preámbulo y el primer artículo de la Carta de las Naciones Unidas.
En la carta se indica que los cimientos de la construcción jurídica internacional son “la paz, la solución pacífica de las controversias y el desarrollo de relaciones de amistad entre las naciones”.
“Hay que empeñarse por un mundo sin armas nucleares, aplicando plenamente el Tratado de No Proliferación, en la letra y en el espíritu, hacia una total prohibición de estos instrumentos”, insistió.
El pontífice se refirió al reciente acuerdo sobre el programa nuclear de Irán, “una región sensible de Asia y Oriente Medio”, del que dijo es “una prueba de la buena voluntad política y del derecho, ejercitados con sinceridad, paciencia y constancia”.
Llegada a la ONU
El papa Francisco llegó a la sede de Naciones Unidas para cumplir con una histórica visita oficial, ya que será el primer pontífice que se dirige a un gran número de gobernantes mundiales en la Asamblea General.
Francisco, que se encuentra en Nueva York desde ayer jueves dentro de una visita a EEUU que antes le ha llevado a Washington y que seguirá mañana sábado en Filadelfia, llegó a la sede central de la ONU a las 8.20 hora local (12.20 GMT).
El pontífice llegó en un vehículo negro y fue recibido por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon. Después de los saludos, entró en el edificio principal de Naciones Unidas con una reducida guardia de honor del personal de seguridad de la organización.
Su llegada se produjo poco después de que la bandera del Vaticano se izara por primera vez en la ONU, sin ceremonias especiales, después de que el 10 de septiembre la Asamblea General aprobara un cambio en las normas para poder colocar en su sede las enseñas de los observadores permanentes: El Vaticano y el Estado Palestino.
En la sede de la ONU, el papa tiene previsto reunirse en el vestíbulo del edificio con decenas de miembros del personal de la organización y, posteriormente, con el secretario general de la ONU y otras personalidades.
El acto central de la visita del papa a la sede de la ONU consistirá en un discurso que pronunciará en la Asamblea General, en el preludio de la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible, que reúne durante tres días a unos 150 jefes de Estado y de Gobierno.