Actualmente
Como en la jerga de los galleros -por cierto, a Raúl Castro antes de ser rescatado del alcoholismo; su propio padre y hermano le decían el “gallero” por su afición a los malatobos y verdones de la riña gallística- ¡el que pega primero pega dos veces! No se hizo esperar Luis Motta Domínguez, ministro para la Energía Eléctrica, para denunciar las supuestas arremetidas del sabotaje eléctrico.
Para el oficialismo, el amarillismo mediático solo lo ejerce la oposición; de forma que las fotos que presentaron de un hombre guindando de un poste eléctrico en días pasados después de haber sido dizque electrocutado en la misma condición de este nuevo “saboteador”, no son amarillistas.
No señor ministro, eso ha ocurrido toda la vida en Venezuela, desde el inicio de la red eléctrica nacional y, ejercida por ladrones furtivos de electricidad, quienes se lucran con estos servicios clandestinos. O sea se nota, que ya no les sirve el cuento del zoológico saboteador, ni el efecto del Niño, por supuesto tienen que cambiar esa estrategia para solapar la ineficiencia y además el plan sistemático de ahorrar combustible innecesario “tipo Cuba” y, de someter al pueblo a la angustia y el desasosiego. Se sabe que un pueblo angustiado, desesperado es más fácil de manejar.
No señor ministro, ese cuento no se lo cree nadie en este país; menos el pueblo zuliano que les conoce a diestra y siniestra. Todos, actualmente todos en Venezuela saben la clase de artimañas que hacen los tiranos, saben que necesitan más dinero para mantenerse a flote y usufructuar en contra del pueblo. El cuento de la guerra económica es otra piedra en el camino, y ahora las reformas tributarias son harina del mismo costal.
Así es mi querido pueblo, no se deje atrapar por estos falaces de pacotilla que ni engañar saben. Estos diablos pretenden emular al tirano de la isla del mar de la felicidad, quien es fiel seguidor del mentiroso nazi Goebbels. Si en verdad quisieran arreglar el caos sartreano que han creado; en vez de estar comprando chatarra bélica, gastar en viajes innecesarios, subsidiar presupuestos a los gobiernos chulos de Suramérica y el Caribe; deberían invertir en reparaciones de empresas de servicio y eliminarían el SICA, el Cencoex y las expropiaciones.